Crear una ‘startup’ no es la única fórmula para emprender. Los empleados más creativos de una empresa también pueden propulsar sus ideas gracias al intraemprendimiento. Fomentando la innovación entre sus filas, las compañías pueden encontrar nuevas soluciones a la vez que retienen talento y motivan a sus empleados.
La PlayStation nació gracias a la ambición de un empleado de Sony, que convenció a la compañía para adentrarse en el sector de los videojuegos por todo lo alto. Un desarrollador de Google ideó el autocompletado para brindarnos sugerencias de búsqueda empleando el 20% del tiempo que podía dedicar a proyectos propios. Y alzamos nuestros pulgares en Facebook porque unos empleados concibieron el botón ‘me gusta’ en un ‘hackathon’.
Detrás de algunos de los productos tecnológicos más populares, hay profesionales que lograron innovar en sus empresas, aunque esa no fuera ‘a priori’ su misión. Por eso, más allá de contar con un departamento de I+D o aliarse con otros actores del mercado, las compañías pueden y deben impulsar la creatividad y el talento de sus empleados.
“El intraemprendimiento es proporcionar a los empleados de la compañía las habilidades, las herramientas, las metodologías y los procesos que tienen las ‘startups’”, explica Pedro Mateos, cofundador y CEO del Business Innovation Lab Hello 404, ‘startup’ que participó en el InnovaHome Festival de BBVA Open Innovation el pasado 28 de mayo. En España, el 3,5 % de los trabajadores están involucrados en iniciativas de intraemprendimiento, de acuerdo al ‘Global Entrepreneurship Monitor’ de 2018-2019.
Aunque ha sido en los últimos años cuando la filosofía del intraemprendimiento ha saltado a la palestra, en realidad tiene décadas de vida. El empresario y consultor Gifford Pinchot utilizó el término ‘intrapreneur’ (intraemprendedor) ya en la década de 1970; tiempo después los definiría como “los soñadores que actúan”. El propio Steve Jobs calificó de intraemprendimiento la labor del equipo que desarrolló el Macintosh en los 80. “Un grupo de personas que en esencia regresa al garaje, pero en una gran compañía”, ejemplificaba el cofundador de Apple.
¿Cómo lograr que los empleados sientan que su empresa también es un garaje donde experimentar? A juicio de Mateos, el primer pilar para lograrlo es la implicación de la capa directiva, que debe decidir en qué dirección quiere innovar. Por otro lado, también es relevante conceder a los intraemprendedores “tiempo y recursos para fallar”, según Mateos. “Hay una curva de aprendizaje y es importante darles tiempo para que adapten las nuevas metodologías y vayan al mercado”.
Las empresas de diferentes sectores se benefician de ese esfuerzo intraemprendedor. Por ejemplo, en el ámbito financiero, puede ayudar “a obtener buenas ideas de los empleados del banco que todavía no se han atrevido a intraemprender”, detalla el CEO de Hello 404. En el caso de BBVA, se han llevado a cabo proyectos de intraemprendimiento a través de la creación de ‘startups’ de manera interna, como Upturn y Covault, en el marco de la unidad de News Business Models and Strategy.
BBVA también ha impulsado en los últimos años el uso dentro del banco de las metodologías ‘agile’, que promueven que se visibilice el talento interno dentro de la organización y se fomente la colaboración en equipos de trabajo multidisciplinares. Además, ha llevado a cabo iniciativas de formación en áreas como el diseño y concretamente para impulsar el uso de herramientas como ‘design thinking’ con el fin de dotar a los empleados de los recursos necesarios para promover soluciones innovadoras dentro de sus respectivas áreas de trabajo.
Un concurso de ideas, la posibilidad de que los empleados dispongan de tiempo y herramientas para desarrollar sus proyectos y un ‘hackathon’ son otras de las vías que pueden utilizarse para promover el intraemprendimiento.
“El ‘hackathon’ tiene que ser un ‘input’ para la estrategia. Cuando se realiza, un comité de selección decide cuáles son las ideas que cree que a ‘priori’ van a tener éxito”, puntualiza Mateos. Después, el equipo responsable amplía y perfecciona esas ideas en un programa de incubación, validación y/o escalado. A lo largo del proceso, los intraemprendedores deben recibir formación, acompañamiento y mentorización.
A través de la iniciativa ‘Ninja’ para impulsar el talento digital y la cultura de aprendizaje continuo dentro del banco, BBVA organiza periódicamente ‘hackathones’ dentro de la organización, en los que los empleados resuelven retos tecnológicos en colaboración con algunos de los socios estratégicos del banco, como Amazon Web Services (AWS), Google o Red Hat. La pandemia no solo no ha detenido esta iniciativa, la ha hecho aún más global: la semana pasada participaron en uno de estos ‘hackathones’ más de 1.000 personas de siete geografías distintas de BBVA. Además, es una manera de promover el aprendizaje continuo, como recuerda Ricardo Forcano, responsable global de Ingeniería y Organización en BBVA.
Durante el camino del emprendimiento, también es fundamental tener en cuenta que algunas de las propuestas pueden fracasar. El propio Eric Schmidt, exdirector ejecutivo de Google, consideraba que el tiempo para innovar del que disfrutan los empleados de la compañía tiene un valor “incalculable”: a su juicio, permite que “modifiques tu estrategia, pienses cómo resolver un problema de forma diferente y no te rindas”. Caer y levantarse también forma parte del proceso de innovación y del intraemprendimiento.
Detectar a los trabajadores que pueden adoptar el rol de emprendedores y fomentar sus actitudes ayudará a que las empresas den sus primeros pasos en el intraemprendimiento. Inconformista, ambicioso, explorador e inquieto son algunos de los adjetivos que utiliza Pedro Mateos para definirlo. “Ser intraemprendedor es una actitud, no una moda. Dentro de las empresas, estas actitudes están dormidas y hay que despertarlas”, defiende.
La habilidad comercial, la proactividad y el comportamiento altruista son otras destrezas propias de este colectivo. “Siempre te encuentras que quien ha triunfado dentro de una gran compañía es una persona colaboradora, capaz de ganarse la confianza de la gente, capaz de hacer colaborar a la gente por un proyecto que les ilusiona”, afirma Julia Prats, directora del Departamento de Iniciativa Emprendedora del IESE.
Aunque el intraemprendimiento no tenga edad, los jóvenes pueden sentirse especialmente atraídos por esta estrategia. Especialmente ya que la falta de aprendizaje y oportunidades de desarrollo es la razón por la que el 28 % de los mileniales y el 27 % de los Z se plantea dejar su trabajo, según el ‘Deloitte Global Millennial Survey’, de 2019, Además, el 21 % de ambos grupos de edad señalaban el aburrimiento y la ausencia de desafíos como motivación para abandonar su compañía. La opción de emprender desde dentro es una oportunidad para no querer marcharse fuera.
Motivar a ese talento intraemprendedor, formarlo y reconocer públicamente su labor puede tener diferentes beneficios. Por un lado, el trabajador adquirirá nuevas habilidades y se sentirá más comprometido con la empresa. Por otro, se convertirá en “un viralizador de la cultura”, en palabras de Mateos, e incluso en un mentor para otros.
Ese reconocimiento puede ser además una herramienta idónea para atraer talento: si un empleado difunde en redes sociales su pasión por el proyecto que él mismo ha promovido, sus contactos percibirán que la compañía promueve la experimentación.
Gracias al intraemprendimiento, la empresa puede convertirse “en una organización ambidiestra, que es capaz de hacer muy bien lo que hoy le da de comer, pero también de explorar lo que no sabe y le dará de comer mañana”, resume el cofundador de Hello 404. En los tiempos de cambio que vivimos, “es el momento de desafiar la incertidumbre con los intraemprendedores, sin miedo a fallar”.