Abierto el plazo para mejorar el metaverso, el reto del futuro lleno de oportunidades

A través de unas gafas de realidad virtual el usuario aparece en una ciudad ficticia con varios edificios entre los que se encuentra la sede central de BBVA, La Vela, presentada a través de una reproducción digital. Se trata de la experiencia innovadora que el banco presentó en el evento South Summit celebrado en Madrid el 8, 9 y 10 de junio. Los asistentes tuvieron la oportunidad de probar cómo es el Espacio virtual BBVA en el metaverso durante los tres días que duró el encuentro, mundialmente conocido entre el sector emprendedor en el que además BBVA fue Global Partner.

En esta experiencia inmersiva, cocreada con NTT Data, una vez dentro del edificio, el usuario puede acceder a una serie de ‘gadgets’ que imitan de manera ficticia sus cuentas e incluso interactuar con un especialista real del banco. El proyecto dinámico y pionero en el sector bancario en España ha recibido el nombre de ‘Espacio virtual BBVA’.

Como BBVA, muchas compañías también están empezando a interesarse por el metaverso y las oportunidades que ofrece. De hecho, fue uno de los temas principales de las ponencias y mesas redondas organizadas durante el evento. En una de ellas, se  reunieron expertos del sector bancario y jurídico con empresas tecnológicas y de diseño, para debatir sobre los desafíos y las oportunidades que encuentran las corporaciones en entornos descentralizados como el metaverso. Saul García Huertes, cofundador y director de innovación de StageInHome presentó a los ponentes: Álvaro Bourkaib, partner en Cuatrecasas; Clara Pombo, directora corporativa de Clarke Modet;  Iván Moreno, mánager de Estrategia y Activos Digitales en BBVA y Pedro Lozano, cofundador de la empresa sobre metaverso Imascono.

Moreno de BBVA explicó que las marcas están aprendiendo y entendiendo el ecosistema. «No olvidemos que el metaverso es algo que estamos construyendo todos nosotros; nos enfrentamos a retos como crear productos o servicios específicos o desarrollar la relación con el cliente», indicó el experto.

También se habló sobre una cuestión que preocupa especialmente a las empresas: cómo proteger la confidencialidad. Clara Pombo de Clarke Modet, planteó una solución: un observatorio central que proteja el metaverso. «Habrá nuevas marcas coexistiendo con marcas existentes, todas ellas se tienen que adaptar para seguir protegidas en el metaverso», concretó Pombo.

Las empresas experimentan con un metaverso en desarrollo

Además de la participación y el apoyo en las conferencias, en South Summit se anunciaron novedades del Hackathon BBVA 2022, la competición organizada por BBVA Open Innovation que se celebrará los días 21, 22 y 23 de octubre de forma global y virtual. Los participantes abordarán los desafíos de transformación digital propuestos por las unidades de negocio del banco en Colombia, España, México y Perú. En concreto, se dio a conocer que el reto propuesto por España estará relacionado con esta tecnología: se solicitará a los participantes propuestas de mejora para el Espacio virtual BBVA en el metaverso.

Para el Hackathon BBVA 2022, los equipos seleccionados recibirán formación para entender cómo está construido este espacio. Después, los equipos presentarán sus propuestas de desarrollo o modelo de negocio. La competición está abierta a perfiles multidisciplinares de habla hispana de todo el mundo y el prerregistro ya está disponible aquí. En las próximas semanas se darán más detalles sobre el resto de desafíos.

El reto de mejorar el Espacio virtual BBVA se aborda en un momento en el que esta nueva tecnología se encuentra en una etapa temprana de desarrollo. Ignacio Romero, director de experiencia digital en NTT Data, explica que la experiencia que han creado junto a BBVA sobre la que trabajarán los equipos de la competición, está en formato de prueba de concepto.

«El objetivo ha sido crear un entorno inmersivo que traslade al usuario la sensación de estar en una oficina con su gestor y con la capacidad de interactuar con diferente tipo de contenido audiovisual», destaca Ignacio de NTT Data. Sin embargo, la experiencia aún «está muy acotada, y se irá recogiendo ‘feedback’ de los usuarios». Ignacio insiste en que la demo presentada durante el evento South Summit es «un punto de partida lleno de posibilidades».

Retos a la vista: experiencias, usuarios y accesibilidad del ‘hardware’

De momento, BBVA está experimentando con todas las opciones que ofrece el metaverso. «La banca está estudiando qué caso de uso tiene sentido teniendo en cuenta el número de usuarios actuales del metaverso», comenta Ignacio Romero. El primer banco que experimentó con el metaverso fue JPMorgan y se han ido sumando otras empresas del sector financiero atraídas por la interacción con las criptodivisas, entre otras razones.

Ahmed Banafa, profesor en la Universidad Estatal de San José de California, autor e investigador premiado por sus trabajos sobre tendencias digitales, explica que el metaverso es una versión avanzada del internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés): «No es solo la conectividad de los aparatos electrónicos, sino que acoge al ser humano para impactar en esta forma de interconexión». El experto pronostica incluso la existencia de un metaverso propio para cada gobierno nacional. Países como Corea del Sur -cuyo gobierno ha invertido 177,1 millones de dólares (unos 158,5 millones de euros)- o Singapur son ejemplos de ello.

No obstante, no existe crecimiento posible sin el desarrollo del ‘hardware’ necesario. Los expertos entrevistados coinciden en que las gafas de realidad virtual y, especialmente, su baja penetración en el mercado son una barrera para el desarrollo del metaverso. «El ‘hardware’ hoy en día es caro e incómodo, estamos en el 2008 de los ‘smartphones’ en el metaverso», puntualiza Iván Moreno.

Además de la cuestión de los dispositivos electrónicos, existe cierta desconfianza por parte de las empresas: el 51% de los CEO no considera que el metaverso sea una clave en el desarrollo tecnológico de sus negocios, según la última encuesta publicada por Gartner en mayo de 2022.

En este sentido, Banafa ve paralelismos con lo que ocurrió con internet. «Hace unos seis o siete años, pocas empresas tenían una web, tampoco creían que tenía sentido tenerla siquiera; lo mismo ocurrió con las aplicaciones. Las empresas irán viendo cómo los grandes nombres van abriendo puertas de este mundo», puntualiza el experto.

Responsabilidad política y privada para un metaverso ético

Empresas como Meta, Nvidia, Microsoft o Apple llevan la delantera a la hora de hacer del metaverso una realidad masiva a la altura de la web 3.0. Ignacio Romero de NTT Data considera la presencia de estas grandes compañías una señal positiva: «La evolución estando detrás grandes compañías debería ser rápida, y es importante que el sector financiero comience a tomar posiciones , aunque teniendo en cuenta que estamos en una etapa muy temprana».

La interoperabilidad, es decir, la capacidad entre sistemas de información de intercambiar datos entre sí, es uno de los principales retos de los que mencionan los expertos. «No sé si habrá uno o muchos metaversos, pero deberían ser interoperables, es decir, me podré ir de uno a otro, pero todos los activos que he desarrollado en uno deben ser compatibles con el otro», pone en valor Iván Moreno de BBVA.

La legislación es otra de las asignaturas pendientes para el buen desarrollo del metaverso. El ‘criptocrash’ -desplome de las divisas digitales-, ha supuesto un toque de atención para los gobiernos que deben legislar esta realidad. En este sentido, Banafa identifica tres bloques claves para construir la confianza ‘online’: seguridad, protección y privacidad. «Si una compañía es capaz de proteger estos tres valores, conseguirá clientes. Sin embargo, es como una silla: si se rompe una de las patas la silla ya no es útil y no sirve», ejemplifica el profesor.

El metaverso todavía es un proyecto que tiene que crecer, con todo lo que ello conlleva: superar la falta de confianza, aprender de los errores y adaptarse a una legislación que, en algunos casos, todavía no existe. «Estamos siendo testigos del nacimiento de una nueva tecnología, será un proceso parecido a lo que vivimos en 1996 con el desarrollo de internet», cierra Banafa. En 2030, Bloomberg estima que el metaverso alcance un valor de mercado de cientos de billones de dólares. Hasta entonces, queda un camino lleno de oportunidades por recorrer.