Análisis financiero empresarial: ¿para qué sirve?

El análisis financiero empresarial estudia la situación contable actual de una empresa para conocer su rentabilidad o endeudamiento reales. Como herramienta de apoyo en la toma de decisiones, es una guía clave para todo emprendedor que aspire al éxito.

Falta de recursos, planificación inadecuada y la incapacidad de pivotar a tiempo. Estos son algunos de los principales motivos que conducen a las empresas al fracaso, según un estudio llevado a cabo por la consultora Wilbur Labs con más de 150 fundadores de startups. Hasta el 37% de los encuestados consideró que la principal razón del cierre de una compañía emergente es, sencillamente, quedarse sin dinero.

Unos resultados que evidencian un peligro potencialmente mortal que acecha a los emprendedores: carecer de visibilidad sobre las finanzas de su empresa y, por tanto, de la capacidad de reacción y de planificación a futuro. Una herramienta que resulta fundamental para solventar este riesgo y permitir a los fundadores tomar las mejores decisiones contables es el conocido como análisis financiero empresarial: un estudio en profundidad (y una interpretación estratégica) de la información contable de una compañía.

¿En qué consiste el análisis financiero?

El análisis financiero estudia la información contable de una empresa para diagnosticar el estado presente de sus finanzas y obtener una previsión de cómo éstas evolucionarán en el futuro. Sustentado en datos, permite obtener una visión objetiva de la rentabilidad, la solvencia y la liquidez de la compañía.

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Entre la información que se analiza se cuentan:

  • Documentos internos relativos a la contabilidad de la compañía como los estados financieros, es decir, informes relativos a un período, por lo general anual, que comprenden documentos como el balance de situación, el estado del flujo de efectivo y la cuenta de resultados (los ingresos y gastos generados por la empresa y su resultado).
  • Indicadores o índices relativos al contexto económico y del mercado en el que opera la empresa.
  • Ratios financieros, razones que proporcionan unidades contables para medir el estado de la organización. Su cálculo es particularmente relevante para interpretar los datos sobre el desempeño de la empresa y ponerlos en relación con la situación económica.

¿Cómo se realiza el análisis financiero?

Las ratios o razones financieras permiten analizar y poner en perspectiva los datos relativos de la actividad de la empresa. Expresados como porcentajes o valores decimales, son el resultado de dividir un determinado dato financiero entre otro y sirven para medir y comparar los principales indicadores de la salud financiera.

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Liquidez

La liquidez de una empresa es su capacidad de transformar sus activos en dinero en efectivo sin que se produzca una pérdida de valor, y determina si podrá hacer frente a sus obligaciones financieras a corto plazo.

El estado de liquidez puede evaluarse con indicadores como:

  • El ‘cashflow’ o flujo de caja (las entradas y salidas de efectivo netas en un periodo de tiempo), que será positivo o negativo en función de si los cobros son superiores o inferiores a los pagos, respectivamente. El ‘cashflow’ está además influenciado por el periodo en el que se cobra a los clientes y en el que se paga a los proveedores.
  • Laratio de liquidez, la división entre el activo corriente (el total de activos que pueden convertirse en líquido en menos de doce meses, como el dinero depositado en entidades financieras o las existencias de mercancías de las que dispone la empresa) y el pasivo corriente (los compromisos de pago en el corto plazo). Esta ratio permitirá al emprendedor entender si su compañía cuenta con recursos ociosos—factores de la producción que no están generando ganancias—o, por el contrario, podría afrontar dificultades para hacer frente a sus deudas.

Solvencia

La solvencia financiera se define como la capacidad de la organización para satisfacer todas sus obligaciones de pago en el medio y largo plazo, es decir, si puede hacer frente a las deudas contraídas. Se calcula mediante la ratio de solvencia, que consiste en dividir los activos de la empresa entre los pasivos (deudas y compromisos de pago). Esta magnitud es fundamental para conocer el estado real de las finanzas de una empresa, pues permite entender de forma sencilla si esta podría, en caso de necesitarlo, liquidar todas sus deudas con los activos de los que dispone.

Existen además otros indicadores para medir la solvencia financiera de una empresa:

  • Ratio de endeudamiento. Es el resultado de dividir el pasivo corriente de la empresa entre su patrimonio neto. Si lo que tenemos en cuenta es el pasivo no corriente (las deudas a largo plazo, esto es, con plazo de vencimiento superior a un año), podemos calcular la ratio de endeudamiento a largo plazo. De este modo, es posible obtener una imagen del grado en el que la empresa está financiada por recursos externos.
  • Ratio de apalancamiento financiero. En este caso se divide el activo entre el patrimonio neto. Permite tomar conciencia de un endeudamiento excesivo, al analizar qué proporción de capital posee una empresa en forma de deuda y si podría hacer frente a sus obligaciones de pago mediante su patrimonio, sin una dependencia excesiva de financiación externa.
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Rentabilidad

Expresada por lo general en forma de porcentaje, la rentabilidad de una startup se puede entender como su capacidad para generar ganancias, comparando su rendimiento con la inversión que precisa. Mediante la ratio de rentabilidad, se ponen en relación los beneficios obtenidos con magnitudes como la cifra total de ventas. Para calcularla, son especialmente relevantes:

  • El ROE (‘return on equity’). También conocido como rentabilidad financiera, se calcula dividiendo el beneficio neto de la compañía entre sus recursos propios, lo que permite entender qué rentabilidad genera a sus accionistas.
  • El ROA (‘return on assets’). La rentabilidad económica es el resultado de dividir el beneficio neto entre su activo total, lo cual indica el rendimiento de sus activos.

¿Por qué el análisis financiero es útil para los emprendedores?

Un análisis financiero permite interpretar la contabilidad interna de la empresa de una manera sencilla, clara y accionable, es decir, que se traduzca en decisiones de negocio efectivas.

Así, ayudan a los emprendedores reforzando habilidades imprescindibles como:

  • Capacidad de reacción. Un conocimiento profundo de la rentabilidad y la solvencia reales de una empresa evitará situaciones imprevistas y permitirá implementar con tiempo suficiente medidas para corregir desajustes económicos.
  • Previsión. Los análisis financieros incluyen proyecciones a futuro sobre cómo evolucionarán las finanzas de la empresa, una útil hoja de ruta para la planificación y la prevención de riesgos.
  • Toma estratégica de decisiones. Desde la adquisición de deuda hasta la ejecución de nuevas inversiones, los emprendedores dispondrán del contexto necesario para actuar cuando y donde exista la mayor necesidad (u oportunidad).
  • Confianza. El análisis financiero también puede funcionar como un documento que avale la situación económica de la empresa de cara a inversores, proveedores o acreedores.

No hay mejor baza para llevar al éxito a una startup o a una ‘scaleup’ que la información relevante y actual sobre el estado de sus operaciones, del mercado y de sus propias decisiones de negocio. Ya sea para corregir el rumbo a tiempo o para seguir adelante a toda vela con la certeza de ir por buen camino, un análisis financiero es la mejor brújula de los emprendedores.

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