La innovación empresarial es el primer pilar para construir el éxito de cualquier emprendimiento en la actualidad. Entendida como una palanca para transformar modelos, procesos y cultura corporativa, está en el foco de las empresas de alto crecimiento a la hora de impulsar iniciativas y escalar el negocio.
La incansable evolución digital ha propiciado el surgimiento de gigantes empresariales que han redefinido paradigmas y modelos de negocio. Ejemplos como la argentina Mercado Libre, un ecosistema integral de comercio en línea o la mexicana Kavak, una plataforma de compraventa de coches usados totalmente digital con inteligencia artificial, muestran que la innovación no se limita al desarrollo tecnológico. Requiere de una combinación de tecnología, ideas e implementación de nuevas formas de gestión en todos los niveles empresariales.
La innovación, desde productos disruptivos hasta optimizaciones de procesos y modelos de negocio, emerge como el motor del crecimiento y la resiliencia empresarial. En palabras de uno de los ejemplos más estudiados en las escuelas de negocios, Steve Jobs, «la innovación es lo que distingue a un líder de los demás». Y para lograrlo existen numerosas herramientas y estrategias a disposición de los emprendedores.
Para los emprendedores, la innovación puede manifestarse de diversas maneras, según las necesidades específicas del mercado y las características de cada empresa. Estos tipos de innovación no son excluyentes y a menudo se entrelazan en la estrategia global de la empresa. La combinación adecuada de estos enfoques marcará la diferencia en la creación de valor.
Se refiere a la creación de nuevos productos o mejoras significativas en los productos existentes. Puede incluir innovaciones en características, funcionalidades, diseño o tecnología. Un ejemplo sería el lanzamiento de un ‘smartphone’ con características revolucionarias que cambian la experiencia del usuario. Para ello podrían utilizarse plataformas de diseño asistido por ordenador (CAD, por sus siglas en inglés) como AutoCAD, simulación de productos, prototipado rápido y herramientas de desarrollo de productos, como SolidWorks.
Implica mejoras en los métodos de producción, distribución o cualquier otro proceso interno de la empresa. El objetivo es aumentar la eficiencia, reducir costes y optimizar operaciones. Se refiere, por ejemplo, a la implementación de nuevas tecnologías en la cadena de suministro para agilizar la producción y reducir los tiempos de entrega con sistemas de gestión de la cadena de suministro (SCM, por sus siglas en inglés), como Odoo u Oracle SCM; la automatización de procesos o el análisis de datos para identificar áreas de mejora.
Otra herramienta útil para innovar en procesos es el ‘software’ financiero. Estas soluciones tecnológicas ayudan a optimizar procesos contables, realizar un seguimiento detallado de los gastos, generar informes precisos y facilitar la toma de decisiones al respecto.
Consiste en cambios significativos en la forma en que la empresa crea, entrega y captura valor. Puede implicar la adopción de nuevos enfoques en la cadena de valor, la monetización o la relación con los clientes.
Se han popularizado diferentes modelos de negocio con foco en innovación en función de a quién se dirigen (‘business to business’, ‘business to consumer’, ‘peer to peer’), en función de la relación con el cliente (suscripción, ‘freemium’, fidelización) y en función de la obtención de ingresos (pago por uso, tarifa unitaria, afiliación).
En el primer caso, destaca el Software as a Service (SaaS). Ofrece a los usuarios la posibilidad de conectarse a aplicaciones alojadas en la nube a través de Internet, lo que redefine la forma en que las empresas ofrecen y consumen servicios. Dropbox es un ejemplo conocido.
En relación al cliente, un ejemplo puede ser la transición de un modelo de negocio de venta tradicional a un modelo de suscripción mensual, para lo que se utilizarían plataformas de análisis de modelos de negocio, herramientas de prototipado de modelos de ingresos o ‘software’ de gestión estratégica. Ejemplo de ello son plataformas como Amazon Prime o Spotify. En otros casos, como Google o Facebook, el producto es gratuito para los usuarios y los ingresos provienen de terceros, principalmente, a través de la publicidad.
Implica cambios en la estructura organizativa, cultura empresarial o procesos de toma de decisiones para fomentar un entorno más colaborativo, ágil y propicio para la creatividad. Ejemplo de ello son la adopción de metodologías ágiles, como Scrum, para mejorar la flexibilidad y la velocidad en el desarrollo de proyectos.
Los sistemas ERP también ayudan a materializar este tipo de innovación, al abordar aspectos como la gestión de inventarios, recursos humanos y hasta la planificación de proyectos. Pueden mejorar la eficiencia al proporcionar una visión holística de las operaciones empresariales, facilitar la colaboración entre departamentos y mejorar la toma de decisiones estratégicas. Su implementación puede llevar a una mayor coordinación y eficiencia en toda la organización, impactando positivamente en la innovación y adaptabilidad de la empresa.
Se centra en estrategias novedosas para promocionar y posicionar productos o servicios en el mercado. Puede incluir cambios en la marca, enfoques de publicidad o canales de distribución a través del uso creativo de redes sociales y ‘marketing’ de ‘influencers’ para llegar a nuevos segmentos de mercado.
Para aplicar estas estrategias es necesario el uso de herramientas de análisis de datos, como Google Analytics, para evaluar el rendimiento de las campañas y analizar la efectividad de las mismas para poder ajustarlas y optimizar los resultados.
La innovación abierta genera un nuevo modelo de gestión de la innovación basado en la cooperación, lo que la coloca como nuevo pilar estratégico en el mundo empresarial, marcando la unión entre las grandes corporaciones y las startups. Este enfoque, que fomenta la colaboración, se ha convertido en un catalizador esencial para impulsar la innovación.
BBVA Spark destaca en este panorama al promover la colaboración con startups, ofreciendo la posibilidad de realizar pruebas de concepto o pilotos para validar tecnologías y modelos de negocio, explorando potenciales colaboraciones con diversas unidades del banco.
En el ecosistema empresarial, y dentro de este nuevo modelo de innovación, el ‘corporate venturing’ se erige como una forma de cooperación dinámica, a través de diversos procesos y mecanismos, desafiando la tradicional noción de competencia. De acuerdo con un informe del IESE, estos son algunos de los mecanismos más habituales:
Desde la introducción de productos revolucionarios hasta mejoras en procesos y modelos de negocio, la innovación se convierte en el catalizador del crecimiento y la resiliencia empresarial. Los emprendedores necesitan visión estratégica para aplicar la herramienta necesaria en cada momento.