La capital catalana alberga numerosas multinacionales, más de 1.700 ‘startups’, prestigiosas universidades, centros de investigación y ferias internacionales, que la sitúan en el top 3 de ‘hubs’ europeos y la convierten en el lugar idóneo para emprender.
¿Te has preguntado alguna vez cuántas ciudades hay en el mundo? Alrededor de medio millón. De todas ellas, Barcelona se sitúa en el octavo puesto mundial como mejor ciudad para vivir, trabajar e investigar, según una de las clasificaciones de referencia, ‘The World’s Best Cities 2021’, elaborada por Resonance Consultancy.
Esta metrópolis mediterránea no solo es atractiva para el talento por su clima, gastronomía y forma de vida, sino que lleva preparándose para ser un ‘hub’ tecnológico desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. Como guiño, de hecho está en el podio de las mejores ciudades para ‘startups’ de Europa: Barcelona comparte con Ámsterdam el bronce de los ‘hubs’ europeos; en segunda posición, encontramos a Londres y, en lo alto de la clasificación, a Berlín, según apunta el informe Startup Heatmap Europe.
Su potente tejido investigador y su ecosistema maduro de emprendimiento, además de una estimulante colaboración público-privada, la han convertido en una ciudad propicia para la puesta en marcha de una empresa o para la celebración de eventos de la talla del Mobile World Congress, una feria que, en los tiempos pre-covid, atraía a más de 107.000 visitantes, generaba 13.900 empleos temporales y tenía un impacto económico de 473 millones de euros.
Barcelona pasó de ser un núcleo industrial a una ciudad colmada de servicios, cosmopolita e innovadora. Y más recientemente se ha consolidado como un ‘hub’ digital y tecnológico. Para ello, tuvo gran importancia Tech Barcelona, una asociación sin ánimo de lucro que vertebra el ecosistema tecnológico de la ciudad. Nació en 2013, en un momento en el que empezaba a haber casos de éxito, pero en el que la noción de ecosistema aún no existía. Un grupo de emprendedores de internet decidió organizarse para brindar apoyo a los empresarios y reforzar la marca tecnológica de la ciudad.
El propósito de Tech Barcelona, antes Barcelona Tech City, es impulsar el crecimiento del ecosistema a través del talento, el emprendimiento, las empresas y la inversión, y afianzar Barcelona como un ‘hub’ internacional. Para ello, Tech Barcelona es una “entidad paraguas” que conecta a todos los actores y alinea intereses que normalmente actúan de manera disgregada. “Cuando los emprendedores privados se empiezan a organizar es señal de cierta consolidación”, asegura el CEO de la entidad, Miquel Martí.
Esta colaboración de los agentes e inversión en tecnología e innovación tiene un impacto directo en el bienestar social de la ciudad y ayuda a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sobre todo, aquellos relacionados con la educación y la promoción de las carreras de la rama STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), la brecha digital y la igualdad de género.
Por otro lado, si una empresa se plantea funcionar a escala mundial, los horarios pueden ser un problema. “A escala planetaria, Barcelona está en muy buen huso horario y te permite trabajar con otros continentes de manera continuada, por lo que es un buen sitio para tener una empresa con una visión global”, explica el CEO.
En los últimos años, han surgido en la ciudad numerosas iniciativas de innovación abierta, como incubadoras y aceleradoras, que han impulsado el tejido productivo. Es el caso de The Collider, un ‘venture builder’ con sede en Barcelona impulsado por Mobile World Capital Barcelona y dedicado a la transferencia tecnológica, cuyo fin es que los proyectos universitarios estatales salgan del laboratorio y se transformen en soluciones prácticas. “A veces, la investigación emplea un idioma que el mercado no entiende y, si este conocimiento generado no encuentra una aplicación sectorial, se pierde”, explica su director, Óscar Sala.
Según apunta, Barcelona es una ciudad clave para emprender, que alberga a más de 1.700 ‘startups’ y que, sobre todo, tiene una gran capacidad para generar talento digital, debido a la colaboración natural que se da entre los distintos agentes. Sala refuerza que la asignatura pendiente es mejorar la transferencia tecnológica, transformando la excelencia científica del laboratorio en soluciones sectoriales de base tecnológica, mejorando así la competitividad de la industria y creando puestos de trabajo de calidad.
“Sin duda este es uno de los factores diferenciales de las economías que lideran el mundo, como China, Estados Unidos, Japón o Israel, que utilizan su capacidad científica para mejorar la competitividad de su industria, mediante una conversación ciencia-empresa permanente”, explica. Además, apunta que los fondos de recuperación europeos ofrecen en este sentido “la gran oportunidad” para potenciar la ciencia aplicada y transformar la economía española.
La Ciudad Condal cuenta con diversas escuelas de negocio y universidades de referencia mundial, institutos tecnológicos y parques científicos, que facilitan que haya una investigación conjunta. También con ‘hubs’ de innovación vertical, redes maduras de inversores y actores públicos que acompañan la obtención de financiación necesaria para el desarrollo de soluciones de mercado. “Es un ecosistema que propicia que, si alguien tiene una idea, pueda llevarla a la práctica”, asegura el director de The Collider.
Además, Barcelona no solo destaca en sus buenas prácticas en cuanto a colaboración con todos los actores del ecosistema, sino que también sobresale en su trabajo en red con otras ciudades, lo que facilita la puesta en marcha de iniciativas. “La innovación del futuro va de ciudades conectadas”, sentencia Sala.
Otro de los grandes méritos de Barcelona es ser la anfitriona de la feria mundial Mobile World Congress (MWC), la más importante del mundo del sector de la comunicación móvil, y de ‘4 Years From Now’ (4YFN), una plataforma que conecta a empresas emergentes con grandes corporaciones e inversores, impulsada también por la Fundación Mobile World Capital Barcelona (MWCapital) y GSMA, una asociación que agrupa a los principales operadores de telefonía del mundo.
“Estas ferias son un escaparate mundial y nos ayudan a poner en valor casos reales y experiencias”, explica Sala. Y es que, para que surjan iniciativas en un ecosistema y que una tecnología transforme un sector, se necesita involucrar a todos los actores. Desde el investigador, el emprendedor, pasando por el inversor o la corporación, hasta llegar al cliente. Como asegura el director de The Collider: “Un congreso capaz de involucrar a todos esos actores, facilita que la innovación tecnológica llegue al mercado”.
Barcelona ha dado a luz a iniciativas triunfantes y reconocidas como Privalia, eDreams, Wallapop o Glovo. Entre ellas, también encontramos proyectos del sector ‘fintech’, como Verse, una ‘startup’ que ya supera los 2,5 millones de usuarios en toda Europa. Su CEO y fundador, Bernardo Hernández, explica que la iniciativa surge en 2015 en Barcelona de la necesidad de otorgar más opciones al usuario en el mundo de los pagos, “para que no tenga que limitarse al empleo de tarjetas de crédito e IBAN”.
Hernández confirma que la ciudad es un ecosistema interconectado: “Nosotros intentamos colaborar con todas las iniciativas locales posibles. Por ejemplo, hemos trabajado con The Connector o Barcelona Global“. El CEO reconoce que, aunque la inestabilidad política ha afectado negativamente a Barcelona, la ciudad se ha mostrado resiliente y “sigue ofreciendo numerosos atractivos como calidad de vida, talento nacional e internacional y un ecosistema maduro con empresas similares con las que compartir experiencias”.
También despunta en Barcelona la ‘startup’ de logística Paack, iniciativa que participó en el Fast Track de BBVA Open Innovation y que ha logrado cuadruplicar el volumen de la empresa este último año. Su director de Ventas, Eduard Coves, afirma que su objetivo es convertirse en líderes en entrega del sector ‘e-commerce’.
Paack busca mejorar la experiencia del usuario mediante el agendamiento de las entregas, dejando escoger al cliente la hora de llegada. Como indica Coves, la innovación y la agilidad les permite mejorar la eficiencia en toda la cadena de valor. “Paack surgió de un proceso de prueba y error. La idea inicial era completamente distinta y consistía en emplear taxis para los envíos”, explica. Finalmente, aunque no pusieron en marcha una iniciativa de esas características, sí fundaron en la ciudad catalana una empresa que soluciona las dificultades actuales del ‘e-commerce’ y que pone siempre el foco en el destinatario final.
Antes de poner en marcha una ‘startup’, siempre surgen las dudas… ¿Socios?, ¿inversores?, ¿incubadoras? En Barcelona, una ciudad con una marca consolidada y repleta de casos de éxito, podrás encontrar la red de agentes perfecta y subir a lo más alto de la innovación y el emprendimiento.