Esta plataforma de movilidad compartida está especialmente diseñada para trabajadores y empresas, y mide el impacto medioambiental que implican los desplazamientos. Además, se enfoca en la seguridad de las mujeres y tiene tintes de red social.
Agricultura sostenible, energía sostenible, ciudades sostenibles. Ahora, todo lleva adscrito este adjetivo que tan buenas consecuencias tiene para la salud del planeta, el medioambiente y las personas. Pero hace unos años no era así.
May López Díaz es referente en sostenibilidad y fue una de las primeras personas en hablar de movilidad sostenible. Recuerda que “gracias al escándalo de emisiones de Volkswagen la gente empezó a tener en cuenta el CO2, pero hace tres años aún nadie hablaba de sostenibilidad: el mundo va muy rápido y afortunadamente ahora es algo que todo el mundo tiene presente”.
Su trayectoria en proyectos europeos de sostenibilidad y movilidad sostenible la ha llevado a ser directora de Empresas por la Movilidad Sostenible y evaluadora experta por la Comisión Europea. En 2016, mientras trabajaba en sostenibilidad y movilidad sostenible en SEUR, tuvo la idea de empezar un programa de movilidad compartida para ir a la oficina con algunos matices respecto a otras herramientas: “También quería obtener la trazabilidad de la huella de carbono”. Conoció a Carmen García, presidenta de la Fundación Woman’s Week y referente en temas de igualdad, y juntas decidieron crear un proyecto que también abordara la perspectiva de género.
Así nació en 2017 Bewego, una iniciativa de ‘car sharing’ sostenible cuyo potencial para generar un ahorro económico para las empresas a la par que fomenta la sostenibilidad las ha llevado a ser elegidas para el programa de aceleración de El Despertador de Pymes y Autónomos del Ayuntamiento de Madrid, en el que BBVA participa como entidad mentora.
López resume que el mayor valor de su ‘startup’ es ser “una empresa española de movilidad sostenible liderada por dos mujeres referentes y posicionadas en temas de igualdad de género, movilidad y sostenibilidad”. Este proyecto de movilidad sostenible, que también fue reconocido con el Premio ECOFIN 2017 en la categoría “Productos y Servicios” y con el Premio Muévete Verde 2018 del Ayuntamiento de Madrid, quiere cambiar el mundo impulsando la descarbonización.
“Antes de las restricciones de movilidad y el teletrabajo se hacían 40 millones de desplazamientos diarios al trabajo. De estos, un 60% en vehículo privado y un 60% con un único ocupante. El potencial de mejora es brutal”, indica López.
Su iniciativa de movilidad compartida busca mejorar la calidad de vida de las personas y la calidad del aire y el medio ambiente en las ciudades. “Su ángulo de sostenibilidad es esencial, por ejemplo, para limpiar el aire de Madrid. Además, cada coche compartido equivale a dos o tres que sacas de la carretera. Eso reduce los atascos y los problemas de aparcamiento, las horas perdidas al día de productividad y ahorra costes”, indica Nacho Villoch, Open Innovation Senior Ecosystem Builder de BBVA Open Innovation, que fue jurado en la elección de los ganadores de El Despertador y es uno de los mentores del programa.
Las empresas son un motor imprescindible para ello. Como parte del compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, es importante que las organizaciones faciliten a sus empleados formas de mitigar el impacto medioambiental en los desplazamientos. “La movilidad va a ser un reto para garantizar la sostenibilidad de cualquier organización que requiera mover productos, servicios o empleados. No solo pueden usarlo los trabajadores, también si hay personal externo contratado, colaboradores e incluso proveedores”, indica López.
Su ‘app’ descargable facilita que se pueda trazar la contribución a la huella de carbono, midiendo el impacto medioambiental y la contribución de las personas y de las empresas donde trabajan. La plataforma también recoge el tipo de vehículo para saber cuánto contamina.
Además de los desplazamientos para ir a trabajar, otro aspecto que se ha limitado muchísimo con la pandemia es la interacción y la socialización. López cuenta que, de manera natural, con Bewego se estaba generando una especie de red social.
“Al final, conecta a gente que vive y trabaja cerca, que no se conocen, pero pueden tener muchos puntos en común: el colegio de los hijos, el restaurante favorito o el sitio donde van a hacer deporte”, afirma. Además, no solo está destinada a trabajadores; también puede usarse para universidades y estudiantes, o incluso para escapadas rurales.
López también destaca que la tecnología que usa es muy intuitiva y fácil de entender: “Funcionamos con un código QR que genera puntos para motivar su uso, con los que el trabajador puede conseguir puntos canjeables por regalos y descuentos. Ahora, con la pandemia, el uso de esta tecnología se ha democratizado aún más”. La emprendedora cree que es vital familiarizar a la gente con la tecnología y que todas las empresas han visto que es la única opción para sobrevivir porque “digitalizarte es abrirte las puertas al mundo”.
El lema de Bewego vaticina el propósito de esta ‘startup’, que quiere llegar más lejos diferenciándose de otros competidores del mercado y cubriendo necesidades que no estaban contempladas. Por ejemplo, aumentar la seguridad de la mujer y garantizar su seguridad en los viajes compartidos.
“Había denuncias por acoso sexual en otras plataformas de movilidad y vimos que era una necesidad que las usuarias pudiéramos decidir con quién viajar. Así que en nuestra ‘app’ hay incluido un criterio de género”, indica López. Para esto, el papel de Carmen García fue clave.
Durante el desarrollo de la aplicación han ido incorporando clientes y mejorando el servicio gracias a encuestas de satisfacción. Ahora, en plena crisis del COVID-19, han tenido que detener el negocio, pero intentan verlo como algo positivo, tal y como explica la cofundadora: “La pandemia lo ha paralizado todo, pero sigo creyendo en la movilidad compartida y toda crisis es una oportunidad. Estamos aprovechando este parón para redefinirnos un poco y, gracias a El Despertador, buscar posibles colaboraciones”.
Por ejemplo, su tipología de proyecto les permite establecer sinergias con empresas de vehículos para conjugar servicios y ofrecerles su solución de manera deslocalizada y sin dependencias geográficas. Con El Despertador tienen la oportunidad perfecta. Durante los seis meses que dura el programa de aceleración, tal y como indica Nacho Villoch: “Haremos mentorías y pruebas de concepto para mejorar sus proyectos y ayudarles a crecer”. Compartir recursos, la tecnología, la sostenibilidad y la innovación abierta nos llevan más lejos.