Preparados para los cambios, con foco en la rentabilidad y dominio de las tecnologías: el nuevo rol de los CFO

Melanie Perkins, Elon Musk, Sam Altman… Cuando se habla de unicornios como Canva, Space X u OpenAI, lo habitual es que los primeros nombres que acudan a la mente sean los de sus CEO o fundadores. Sin embargo, detrás del éxito de la gran mayoría de empresas, se encuentran otras muchas figuras que, por sus habilidades y talentos únicos, resultan clave para crecer dentro del ecosistema. 

Una de estas figuras es la de CFO, siglas con las que se conoce a los ‘Chief Financial Officer’ (directores financieros, en su traducción al español), quienes asumen la gestión financiera de las empresas. Estos directivos se han convertido en una pieza clave dentro del entramado profesional y, según un estudio del ‘Institute for Business Value’ (IBV) de IBM, están considerados por los CEO como sus principales aliados. Entre sus funciones, se encuentra la planificación financiera de la empresa, el análisis de sus fortalezas y debilidades, la relación con inversores, el diseño de estrategias para captar capital y la preparación de las empresas para su salida a bolsa.

«El CFO necesita complementar su conocimiento global sobre las necesidades financieras con una visión estratégica de la compañía«, afirma Alberto Hernández, VP de BBVA Spark. Este experto señala que el perfil del CFO evoluciona a medida que la empresa crece: en las primeras etapas, se enfoca en el control de tesorería y la contabilidad de ingresos y gastos, mientras que en fases más avanzadas ocupa una posición más relevante, al ser un elemento imprescindible en las conversaciones con bancos e inversores para conseguir financiación y capital. «Al principio se enfocan principalmente en el día a día, pero después se convierten en un gestor global con visión de futuro«, resume Hernández.

Los CFO ante la ralentización de la inversión

En 2023, la inversión de ‘venture capital’ en startups a escala global se situó en 248.000 millones de dólares (228.000 millones de euros), la cifra más baja desde 2017, según apuntan desde CB Insights. En América Latina, la inversión se redujo un 63% hasta los 2.800 millones de euros, mientras que Europa acusó una caída del 45%, hasta los 41.000 millones de euros. En el caso concreto de España, los datos de ‘El Referente‘ reflejan un descenso del 120%, con un acumulado de 1.525 millones de euros.

Este escenario, sumado al clima de incertidumbre geopolítica y económica, plantea nuevos retos para los CFO. Según un reciente informe de la consultora PWC, un 59% de estos directivos afirma que la reducción de costes es una de sus prioridades de cara a los próximos doce meses. Además, un 89% apunta que encontrar el balance adecuado entre invertir en nuevas iniciativas para crecer y la reducción de costes se posiciona como uno de sus principales desafíos.

«El CFO debe estar muy conectado a la realidad del mercado: tiene que permanecer muy atento a las dinámicas de inversión y saber posicionar financieramente a la compañía en el nuevo foco de los inversores», apunta Hernández. En este contexto, los inversores también han cambiado su forma de tomar decisiones: si antes se fijaban en el crecimiento de las compañías, ahora han puesto foco en la rentabilidad.

«El CFO tiene que demostrar un camino a la rentabilidad creíble, basado en hipótesis robustas; para ello es necesario que tengan la contabilidad bien hecha, sin que pueda generar dudas o suspicacias, además de tener un plan de negocio sólido que la compañía vaya siguiendo si las circunstancias no cambian de manera relevante».

Tener un modelo de negocio sólido es clave para conseguir financiación en este nuevo escenario, como señala también Alejandro Quirno, cofundador y CFO de Menta, una ‘fintech’ argentina que, a finales de 2022, cuando la desaceleración del capital riesgo comenzaba a hacerse patente, logró cerrar una ronda de financiación semilla valorada en seis millones de dólares.

«Tuvimos una particularidad muy distinta al resto, creo que por el dolor que estamos atendiendo [Menta nace con el propósito de solucionar los problemas en la infraestructura de pagos en Latinoamérica, que obliga a las empresas a integrarse con cada procesador en las regiones en las que quieren operar]. Tardamos solo 20 días en cerrar la ronda, en un contexto donde los fondos estaban retrayéndose y esperando con cautela las variaciones del mercado. Esta particularidad sucede cuando tienes un modelo de negocio sólido y los inversores ven que hay un mercado, una necesidad que se resuelve», explicó Quirno a BBVA Spark.

Enfrentar la volatilidad del mercado

En el actual escenario, los CFO deben ser ágiles, mantenerse en contacto regularmente con los inversores para conocer sus puntos de vista sobre el ecosistema y estar preparados para los cambios.

«El mejor consejo es prepararse para distintos escenarios, porque los mercados externos en este momento son volátiles. También hay que estar atento a las áreas donde operas, porque en un entorno como el actual se producen cambios estructurales en el mercado y surgen oportunidades de crecimiento: la industria cambia rápidamente y, cuando hay una recesión en el mercado, la evolución es aún más rápida«, afirmó Andrew Seiz, vicepresidente y responsable financiero de la ‘fintech’ mexicana Kueski en una conversación con BBVA Spark.

Para Jaime Medina, CEO de The Startup Company, empresa de gestión financiera que ofrece servicios de dirección financiera a las startups, estos directivos deben estar preparados para apoyar a las empresas en caso de que no se consigan los objetivos de inversión esperados. «El CFO debe haber recomendado tener un plan en el caso de que no se consiga financiación en los siguientes 24 meses tras la última ronda y, por tanto, ayudar a la empresa a sobrevivir en casi cualquier circunstancia«, apunta.

Con el fin de garantizar la viabilidad de las startups y su crecimiento dentro del ecosistema, Medina defiende la importancia de optimizar el flujo de caja y obtener fuentes de financiación alternativa cuando la compañía se encuentra en buenas condiciones. Además, recalca la importancia de cuidar de las cuentas por cobrar y pagar. «Tiene que ocuparse de que el ciclo de clientes y proveedores tenga sentido para la empresa y, si es necesario, financiar el descuadre con fuentes de financiación bancaria a corto plazo», apunta.

Nuevas formas de financiación

La contracción de la inversión de capital riesgo experimentada en los dos últimos años ha impulsado otras formas de financiación, abriendo el abanico de opciones para los CFO. El ‘venture debt’, un tipo de préstamo orientado a startups formado, principalmente, por deuda que se devuelve mediante intereses y un pequeño porcentaje que se emplea para adquirir participaciones de la empresa, es una de las alternativas que mayor popularidad ha ganado en este nuevo escenario. Así lo demuestran las cifras de Pitchbook, que reflejan que entre 2013 y 2022 la inversión de esta fórmula financiera se ha triplicado, pasando de 8.100 millones de dólares (7.400 millones de euros) en 2013 a 33.500 millones en 2023 (30.900 millones de euros).

«Ha habido un crecimiento bastante notable de los fondos de deuda privada«, apunta Seiz, de Kueski. «Se ha dado un movimiento hacia los fondos de deuda privada lejos de los mercados públicos, porque con los primeros se puede elegir qué tipo de riesgo se desea y colaborar en la elaboración de un instrumento de préstamo que satisfaga las necesidades de ambas partes».

Para este experto, la inversión en capital riesgo sigue siendo importante para conseguir que una empresa crezca, mientras que la financiación basada en deuda es «un recurso para poder operar e implementar tu plan de negocio«.

La transformación digital y el papel de nuevas tecnologías

Aunque el escenario actual plantea nuevos desafíos para los CFO, también hay oportunidades que florecen de la mano de los avances tecnológicos. La inteligencia artificial y la analítica de datos se posicionan como herramientas clave que los directores financieros pueden aprovechar para mejorar su toma de decisiones estratégicas u optimizar sus tiempos, permitiéndoles adoptar un rol más estratégico dentro del organigrama empresarial. «Las nuevas herramientas deben ayudarnos tanto a reportar con mucha precisión el pasado como a predecir con la seguridad adecuada el futuro», destaca Medina, de The Startup Company.

Para Hernández, de BBVA Spark, tener conocimientos de analítica de datos puede ser clave de cara a comprender la situación de la empresa y preparar un plan de negocio sólido y atractivo. «Tener un manejo de datos avanzado te permitirá entender muy bien las métricas de tu negocio«, apunta. En este sentido, contar con un perfil especializado en datos dentro de los equipos financieros puede ser de gran utilidad para optimizar los procesos, reducir costes y definir mejores estrategias.

«Las compañías que hacen bien las cosas van a seguir levantando financiación, y para ello además de un buen producto es clave mantener el control financiero», sentencia Hernández. La rentabilidad y la innovación serán claves en este nuevo escenario, donde los CFO se posicionan como el brazo izquierdo de los emprendedores.