Para que una empresa pueda crecer dentro del mercado, es imprescindible que mantenga sus finanzas bajo control. La contabilidad corporativa permite a las empresas conocer su evolución comercial, gestionar mejor sus recursos y ofrecer información verídica a inversores y administraciones públicas. Pero ¿cuáles son las normas y principios que rigen esta disciplina?
La gestión de los activos y pasivos de una empresa es uno de los grandes retos a los que deben enfrentarse las empresas. Para mantenerse en el ecosistema, no basta con captar nuevos fondos e inversiones, sino que se debe conocer en profundidad la situación financiera en la que se encuentra la compañía. En este marco, la contabilidad corporativa será clave de cara a gestionar recursos y desarrollar nuevas estrategias.
Son los procedimientos que siguen las empresas para llevar al día sus finanzas. Esta rama de la contabilidad permite a las compañías registrar todas sus transacciones económicas, pudiendo así obtener una imagen fidedigna de su estado operativo y financiero que les ayudará a tomar decisiones más acertadas. Además, proporciona información a inversores, trabajadores y organismos gubernamentales.
Gracias a la contabilidad corporativa, las empresas pueden obtener un registro histórico de sus movimientos con el que podrán conocer en profundidad su evolución comercial, identificar riesgos y oportunidades, gestionar recursos y definir mejor sus estrategias de negocio. Para llevar una correcta contabilidad de una empresa, se deben tener en cuenta factores como:
A la hora de llevar a cabo su contabilidad corporativa, existen una serie de principios que las empresas deben respetar para que sus cuentas presenten de manera precisa su realidad financiera, económica y patrimonial. Estos criterios aparecen recogidos en el Plan General Contable y tienen el propósito de homogeneizar la forma en la que las compañías presentan sus cuentas.
Además de los principios contables, también existen ciertos documentos que deben cumplimentar de manera obligatoria. Estos permiten a las compañías llevar un control sobre sus operaciones, facilitar la elaboración de balances e informes financieros y, en esencia, analizar su situación financiera y toma de decisiones.
Según la Agencia Tributaria, existen dos documentos de obligatorio cumplimiento para las empresas ubicadas en España: el ‘Libro de Inventarios y Cuentas Anuales’ y el ‘Libro Diario’. Estos aparecen regulados por el artículo 27 del Código de Comercio, que establece que deberán presentarse de manera obligatoria en el Registro Mercantil del lugar en el que radique su domicilio social.
Recoge información sobre los bienes, derechos y obligaciones de las empresas en un momento concreto. Incluye la siguiente información:
Recoge todas las operaciones relativas a la actividad de la compañía. Este libro está compuesto por el conjunto de asientos contables (anotaciones para registrar las operaciones económicas de una empresa), los cuales deben estar justificados con documentos originales, como las órdenes de compra o recibos. Por norma, las operaciones de este documento deben anotarse de forma diaria, aunque también cabe la posibilidad de anotar los totales de las operaciones por trimestres, siempre y cuando su detalle aparezca en otros registros.
Mantener un control sobre los ingresos y gastos en los que incurre una empresa resulta imprescindible para poder crecer dentro del ecosistema. La contabilidad corporativa se vuelve vital para cualquier emprendedor que quiera conocer la evolución de su compañía y tomar decisiones acertadas.