España consolidó durante 2023 su posición en Europa como un ecosistema emprendedor intermedio, según el informe ‘The Spanish tech ecosystem report’, realizado por Dealroom en colaboración con BBVA Spark. El estudio destaca cómo nuestro país ocupa el 7º lugar del continente por atracción de ‘venture capital’ y el 4º por número de rondas. Además, ratifica la madurez del sector, con tendencias como el efecto multiplicador de los emprendedores que crean nuevas startups tras pasar por compañías de éxito.
El ecosistema español de startups dio señales de su creciente madurez durante 2023. En concreto, se hizo patente la presencia de inversores con un perfil más profesionalizado y una mayor valoración económica de las compañías tecnológicas . Estas son algunas de las conclusiones del último informe ‘The Spanish tech ecosystem report’ realizado por Dealroom en colaboración con BBVA Spark, Kfund, Wayra, Spaincap, Endeavor, GoHub Ventures y Enisa, y que certifica que el ecosistema emprendedor encara un buen momento, tras el bache de los últimos años.
Los 2.200 millones de euros de inversión que levantaron las startups españolas en 764 rondas a lo largo de 2023 situaron a España en un lugar preeminente en la captación de capital riesgo (‘venture capital’ o VC) a nivel europeo.
En concreto, nuestro país ocupa la 7.ª posición en cuanto a inversión VC recibida, lejos aún de los tres mercados líderes (Reino Unido, Francia y Alemania), pero por encima de países como Noruega, Dinamarca o Italia, cuyas startups recibieron poco más de la mitad de inversión agregada que las españolas. Además, España escala a la 4.ª posición cuando se mide el nivel de inversión de ‘venture capital’ (VC) en proyectos en fase temprana (1.100 millones de euros) y también ocupa el 4.º lugar por número de rondas.
La inversión VC refleja, no obstante, una caída notable desde el pico que se alcanzó en 2021, cuando llegó a los 4.200 millones de euros, un fenómeno que es atribuible principalmente a la reducción de las rondas de más valor y que no es exclusivo de España.
El informe destaca una serie de signos esperanzadores que matizan esta caída de la inversión.
«Los bancos nos diferenciamos del ‘venture capital’ (VC) en que tenemos una mayor aversión al riesgo a la hora de invertir, por eso nos gusta ver un ecosistema integrado por actores que ya han tenido éxito en otros proyectos», ha explicado Roberto Albaladejo, responsable de BBVA Spark, durante la presentación del informe.
El informe ‘The Spanish tech ecosystem report’ de Dealroom identifica varias tendencias a lo largo de 2023 que determinan el panorama presente y futuro del ecosistema de startups español.
El surgimiento de nuevas startups fundadas por emprendedores con éxitos anteriores es un indicador clave de la madurez del ecosistema tecnológico español, tal y como se indicaba anteriormente. España cuenta con un total de 18 unicornios o empresas de base tecnológica valoradas en más de 1.000 millones de dólares antes de salir a bolsa, según indica el informe ‘The Spanish tech ecosystem report’.
Estos unicornios no solo aportan un valor significativo al mercado, sino que también están contribuyendo a generar una nueva ola de emprendimiento y crecimiento, dentro de lo que Endeavor ha denominado el «efecto multiplicador» de la innovación. Los fundadores de startups exitosas como Glovo, Cabify y Job&Talent están creando nuevas empresas y atrayendo inversión, lo que retroalimenta el «círculo virtuoso» del emprendimiento. El informe detecta la presencia de un total de 90 nuevas startups que han sido fundadas por profesionales que alcanzaron el éxito con anteriores emprendimientos.
Pese a situarse en séptima posición en Europa por número de unicornios, España no ha logrado todavía que ninguno de ellos supere los 10.000 millones de dólares de valoración (alcanzando el estatus de decacornio). El informe dibuja un ‘funnel’ de innovación en el que destaca la presencia de 33 ‘scaleups’ con valoraciones superiores a los 100 millones de euros que estarían a pocos pasos de convertirse en unicornios, pero en el que los dos segmentos finales del embudo —destinados a empresas con valoraciones superiores a los 10.000 y 100.000 millones, respectivamente—, aparecen vacíos.
«España tiene un ‘funnel’ de startups, ‘breakouts’ (empresas que han superado el punto de ruptura y están comenzando a escalar) y ‘scaleups’ muy prometedor, pero sería bueno para todos que en esos espacios en blanco en la parte del final, donde deberían figurar los actores de más tamaño, comiencen a aparecer uno, dos o tres», ha concluido Jaime Novoa. Con el avance en la madurez del ecosistema y la profesionalización de la inversión, este augurio podría cumplirse en los próximos años.