El futuro del sector inmobiliario se construye con pilares de emprendimiento ‘proptech’
El sector inmobiliario continúa siendo una de las inversiones más sólidas del mercado, aunque afronta críticas ligadas a los problemas de acceso a la vivienda, especialmente entre los jóvenes. El emprendimiento ‘proptech’, que pone la tecnología al servicio de la eficiencia, gana relevancia con soluciones como el SmartHousing, la digitalización de la compraventa o la integración de varios servicios.
El mercado del ladrillo ha vivido unos años convulsos. A lo largo de 2020, como consecuencia de la pandemia, la compraventa de vivienda en España descendió un 17,7% con respecto al año anterior, la mayor caída en más de una década. En 2021 el mercado se recuperó con un crecimiento interanual de casi el 35%, y en 2022 creció de nuevo: en total, la inversión inmobiliaria alcanzó los 15.400 millones de euros, un 35% más que el año anterior. El emprendimiento ‘proptech’ ha participado activamente de esta nueva tendencia alcista, con una inversión de 824 millones de euros entre 2020 y 2021.
El mercado inmobiliario recuperaba así el terreno que había perdido al alquiler, y la inversión en ladrillo es actualmente una de las más estables del mercado. Pero en un contexto de desaceleración global, la capacidad adquisitiva de los usuarios se ve limitada por el aumento de las hipotecas y la inflación, y con factores en contra como el endurecimiento de las condiciones para acceder a una hipoteca. Las empresas que apuestan por soluciones tecnológicas enfocadas a hacer más accesible y ágil la compraventa de vivienda se posicionan como los mejores aliados del sector en los próximos meses.
El escenario del emprendimiento ‘proptech’ en 2023
El sector de compraventa de vivienda ha cerrado 2022 con unas 640.000 transacciones en España (más de un 13% más que en 2021), según las estimaciones del informe Solvia Market View 2022. Pero este mismo documento apunta a una moderación de las compraventas para el 2023 de entre un 10% y un 15% ante la subida anunciada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo; así como del aumento de precios de la vivienda, vaticinado en torno al 1,5% y el 2,5% interanual. El mercado del alquiler, por su parte, aparece asociado a un descriptor específico este año: tensionado.
En Latinoamérica, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL) predice una posible bajada en los niveles de inflación en 2023, que repercutiría favorablemente en el sector inmobiliario. Pero la OCDE apunta a que la región también se verá afectada por la desaceleración, con unas perspectivas de crecimiento de entre el 0,5% y el 2,6% en el año 2023. En una región que acusa problemas específicos en el acceso a la vivienda como la alta tasa de informalidad económica, que dificulta el acceso a la financiación, y el rápido pero poco planificado crecimiento urbano, el Banco Interamericano de Desarrollo vaticina que el ‘proptech’ jugará un rol fundamental a la hora resolver necesidades vitales de la población.
‘Startups’ innovadoras, la llave del cambio
«El sector inmobiliario siempre ha sido muy tradicional, y ha ido a salto de mata, respondiendo a las situaciones económicas, sociales y políticas de cada momento», asegura Sonia Bentué, directora comercial de Unlatch en España. «Pero hasta que no llegó la pandemia, no fue absolutamente consciente de la necesidad de profesionalizarse y dotarse de herramientas que permitiesen transmitir otra imagen a los clientes». Unlatch, ‘startup’ de origen francés, amplió sus operaciones a España en 2021 para suplir esa necesidad detectada en el camino a la modernización del sector. ¿Su solución? Una plataforma de ‘software’ B2B que digitaliza el proceso de venta de inmuebles e integra herramientas de otras empresas. «Lo que nos puede hacer fuertes a todos es establecer sinergias y ofrecer un servicio global al cliente final», predice.
Otras empresas que apuestan por la innovación ‘proptech’ se posicionan como una palanca para promover el crecimiento del sector. Entre ellas, Clikalia, la ‘startup’ española que ha recibido la mayor ronda de financiación hasta la fecha (liderada por Fifth Wall, fondo a través del cual BBVA Spark invierte en compañías que descarbonizan el sector de la construcción e inmobiliario), y que ha ampliado su solución hasta abarcar opciones de alquiler, compraventa, seguros e incluso mudanzas. Otra ‘iBuyer’—empresas que adquieren viviendas de manera rápida apoyadas en la tecnología—, la colombiana Habi, alcanzó el año pasado el estatus de unicornio (‘startups’ que logran una valoración superior a 1.000 millones de dólares antes de salir a bolsa). Su subsidiaria mexicana, Tuhabi, cerró 4.000 operaciones en cinco ciudades durante su primer año en el país—donde aterrizó en septiembre de 2021—y planea continuar su expansión de la mano de socios como BBVA Spark, con el que recientemente ha firmado un acuerdo de financiación por valor de 400 millones de pesos (20 millones de euros).
También hay ‘startups’ que apuestan por ‘marketplaces’ de compraventa y alquiler, como la chilena Houm, o el ‘crowdfunding’ inmobiliario, como la argentina Bricksave, que impulsa la inversión en bienes raíces. Otras facilitan el acceso a las hipotecas, entre ellas la española Colibid o la mexicana Yave, o recuperan el modelo de alquiler con opción a compra para ayudar a los jóvenes, como la también española Libeen. Esta última basa su negocio en el concepto SmartHousing o «alquiler con opción a compra 2.0», como lo describe el cofundador José Manuel Cartes. A través de su portal, los usuarios pueden acceder a una vivienda pagando una pequeña suma y ahorrar mensualmente el dinero del alquiler durante un periodo fijado hasta reunir el importe de la entrada para una hipoteca (equivalente al 20% del valor total de la vivienda).
«El gran problema de los últimos años, al que todavía no se ha dado una solución, es precisamente el acceso a la vivienda de los jóvenes y la clase media«, explica Sofía Iturbe, COO y cofundadora de Libeen. «Las circunstancias que hemos vivido en 2022, como la subida de tipos y la inflación, imposibilitan ahorrar aún más». La pasada primavera, la empresa captó 2,5 millones de euros de financiación y actualmente cuenta con casi 40.000 usuarios registrados. Su pronóstico es seguir creciendo: «Creo que el SmartHousing va a ser la nueva forma en la que estos colectivos compren su vivienda, porque es un producto adaptado a ellos», vaticina Cartes.
Los números apoyan su predicción: a pesar de que el precio del alquiler ha experimentado una subida interanual en 2022 del 8,4% según el portal Idealista, y que comparativamente resulta más caro que una hipoteca, el alto valor en efectivo de la entrada supone un gran obstáculo para acceder a las hipotecas, especialmente para los jóvenes. Soluciones como las de Libeen logran así no solo modernizar el sector, sino también hacerlo más accesible.
Una apuesta por el presente y por el futuro
«Estoy convencida de que el sector inmobiliario no tiene otro camino que no sea la digitalización y la profesionalización, porque se enfrenta a un comprador cada vez más preparado, tecnológico y que busca comodidad en sus gestiones», pronostica Sonia Bentué, de Unlatch.
Las soluciones que proponen los emprendedores, además de ofrecer las herramientas tecnológicas que demandan los nuevos consumidores, pueden cumplir un propósito social. Fomentar la compra de inmuebles es una forma de evitar el empobrecimiento de la sociedad, opina José Manuel Cartes, de Libeen. «Si no lo hacemos, las personas pueden llegar a la edad de jubilación sin ahorros y sin vivienda. Y si este problema afecta a muchos individuos, se convertirá en un problema social».
Que la tecnología tiene el potencial de construir una sociedad y unas industrias más justas, resilientes y eficientes es una convicción que impulsa la labor de muchos emprendedores. Aplicada al sector inmobiliario, además, se posiciona como una pieza clave para revolucionar de manera estructural el plano de la vivienda desde sus mismos cimientos.
