Identidad digital, inteligencia artificial, automatización de procesos y almacenamiento ‘cloud’ son algunas de las tecnologías que permiten ofrecer servicios jurídicos cada vez más eficientes. La innovación ‘legaltech’, una de las tendencias del 2023 identificadas por BBVA Spark, impulsa la transformación digital y la modernización del sector.
La imagen mental de un despacho de abogados colmado hasta los topes de expedientes en papel o la noción de los procedimientos legales como algo lastrado por la burocracia presencial podrían desaparecer pronto del imaginario colectivo. La innovación ‘legaltech’ (tecnología aplicada al ámbito jurídico) está cambiando las leyes del juego y se perfila como un mercado al alza.
El emprendimiento ‘legaltech’ impulsa la modernización y la accesibilidad del sector, tanto para proveedores (B2B) como para consumidores (B2C) de servicios legales. Con múltiples aplicaciones que van de la automatización de procesos a la simplificación de la gestión de datos y documentos jurídicos, pasando por la digitalización de procedimientos, las ‘startups’ del sector aportan valor en forma de optimización, ahorro y aumento de la productividad.
En España, más de 400 compañías representan el ecosistema ‘legaltech’. Según datos de Gartner, la tecnología legal logró atraer, a nivel mundial, una inversión récord de ‘venture capital’ en 2022, superando por primera vez los mil millones de dólares. Además, el mercado ‘legaltech’ facturó más de 28.000 millones de dólares en 2022 y podría generar unos ingresos de más de 35.000 millones para el 2025.
Las ‘startups legaltech’ juegan un rol fundamental en la transformación digital del sector, facilitando herramientas innovadoras a los profesionales del derecho y a los usuarios. Entre las innovaciones que dominan el mercado encontramos soluciones de ‘software’ que permiten agilizar la gestión de procesos para abogados y despachos.
En esta línea se enmarca la propuesta de Capboard.io, que traslada a la nube la tabla de capitalización para mantener el control del ‘equity‘ (las participaciones de accionistas) de una empresa. Su plataforma SaaS permite mejorar la experiencia de fundadores, abogados, inversores y empleados de las compañías, dando visibilidad y automatizando procesos que hasta ahora quedaban relegados a un documento de Excel.
«No había habido un gran cambio en la forma de trabajar de los bufetes en los últimos quince años, desde que empezaran a usar herramientas como Microsoft Office», señala Pol Gomá, cofundador y CEO de Capboard. Sin embargo, ha percibido que «el personal legal está mucho más abierto ahora a la innovación». La empresa fue seleccionada para participar en la séptima edición de la aceleradora ‘legaltech’ Cuatrecasas Acelera, uno de los principales puntos de encuentro entre operadores jurídicos tradicionales e innovadores. «Nos ha ayudado a entender cómo funciona un bufete de este tamaño y a dar un paso adelante en el aspecto legal de nuestra solución», subraya Gomá.
Encontramos también herramientas para generar contratos, como Legaliboo, ‘marketplaces’ jurídicos donde encontrar un representante legal, como elAbogado; o servicios legales a través de Internet, como el pionero Reclamador. Esta compañía, integrada por expertos en derecho y tecnología, ofrece servicios ‘online’ orientados a las reclamaciones a aerolíneas, bancos o a administraciones. «Somos una empresa de servicios legales digitales desde el día uno», afirma su CEO y fundador Pablo Rabanal. «Nacimos como una ‘legaltech’, apalancados en la tecnología y sobre todo en un diseño de servicio muy fuerte».
La ‘startup’, que celebró su décimo aniversario en 2022, presume de más de 100.000 casos resueltos con éxito con los que ya han reclamado más de 225 millones de euros a empresas e instituciones. «La tecnología te permite hacer rentables reclamaciones de pequeño importe que antes no lo eran», explica Rabanal. «Estamos consiguiendo que se normalice el consumo de un servicio legal de manera digital».
También triunfan las herramientas para recopilar y generar evidencias digitales seguras, como firmas e identificadores digitales. Esta es la apuesta de Signaturit, que aspira a convertirse en la solución líder europea de firma electrónica tras su unión con las empresas Universign e Ivnosys. Este tipo de herramientas han tomado especial relevancia en la era poscoronavirus, como ya exploró BBVA Spark de la mano de Signaturit en una edición del InnovaHome Festival. «La evolución que han tenido la identidad digital y la firma electrónica en los últimos años ha sido brutal. La pandemia actuó como un dinamizador de un proceso que no tiene vuelta atrás», resume el presidente del Grupo Signaturit, Sergio Ruiz.
Para Ruiz, la innovación ‘legaltech’ es un agente transformador a nivel de negocio: «No depende ya del área legal, sino del área de estrategia de toda la compañía, y debe ser el área de gobierno quien la impulse para hacer crecer la empresa», explica. «La modernización del negocio jurídico es el impulso de la economía».
El trabajo jurídico no puede ser ajeno al proceso disruptivo de transformación digital que experimentan todas las industrias y sectores. En la definición de los nuevos procesos y servicios legales, cinco máximas dibujan el camino al futuro:
Para responder al reto de la autenticación, el emprendimiento ‘legaltech’ y los legisladores trabajan juntos en el desarrollo de soluciones como la validación de firma electrónica cualificada o las ‘e-wallets‘, iniciativa promovida a nivel europeo, que generarán «atributos empresariales, de poder, de representación o de pertenencia a un colectivo para operar de manera directa con identidades digitales ágiles», añade el presidente de Signaturit.
Los servicios legales son una preocupación transversal de todas las empresas, y la innovación ‘legaltech’ puede hacer ganar en competitividad y eficacia a muchos más que a los despachos de abogados. Una mejor experiencia de usuario, seguridad a prueba de fraudes y optimización de los procesos son solo algunos de los argumentos a favor de una tecnología disruptiva con una defensa muy sólida.