Fundada por los emprendedores peruanos Eduardo Luna y Franco Zurita, Monnet Payment Solutions comenzó en 2020 como una ‘fintech’ especializada en agilizar transacciones y devoluciones. Hoy ofrece a las empresas soluciones de pagos y cobros rápidos adaptadas a la realidad de los mercados en los que opera.
El comercio electrónico y la economía colaborativa han hecho que la inmediatez de los pagos y los cobros sea cada vez más determinante y ha impuesto nuevas necesidades a los operadores. Mientras el pay-in —el procesamiento de pagos recibidos— ha sido el foco de muchas ‘fintechs’, la apuesta de Monnet Paymet Solutions comenzó con el el pay-out o dispersión de pagos a terceros.
Eduardo Luna y Franco Zurita, ejecutivos con experiencia en el sector financiero, estaban convencidos de que había una necesidad no cubierta en el mercado y decidieron crear una solución adecuada. Apostaron todo su tiempo al crecimiento de lo que inició como un proyecto que pusieron en marcha con recursos propios, enfrentando además el desafío del complejo contexto de la pandemia de COVID-19.
Monnet inició operaciones en Perú, Chile y Ecuador en el año 2020. Casi 5 años después, ha procesado cerca de 4 mil millones de dólares, cuenta con más de 250 clientes y presencia en nueve países. La empresa avanza con el objetivo a medio plazo de saltar fuera del continente y convertirse en el primer unicornio peruano. En esta entrevista, Eduardo Luna detalla la evolución de Monnet, los retos del ecosistema de pagos digitales en la región y los planes a futuro de la compañía.
¿Cómo surgió la idea detrás de Monnet? ¿Cómo fueron los inicios de la compañía y cómo ha evolucionado hasta convertirse en una multinacional con cobertura regional en Latinoamérica?
Monnet es una empresa que nace de la convicción de que existía una oportunidad por aprovechar. La gran mayoría de las empresas procesadoras de pagos están más enfocadas en los pay-ins que se refiere al recaudo de dinero relacionado con el comercio en línea, pero nosotros vimos que existía una creciente demanda de servicios de ‘pay-out’.
El ‘e-commerce’, como las demás industrias, va evolucionando y un ejemplo claro es el surgimiento de aplicaciones de taxis o movilidad que conectan a los conductores con los pasajeros. Este tipo de servicios hace que no solo haya que procesar muchos cobros o ‘pay-in’, sino también muchos pagos. Ya existían soluciones de ‘pay-out’, pero no eran 100% directas. Los sistemas existentes tenían un SLA (acuerdo de nivel de servicio, por sus siglas en inglés) de 24 a 48 horas, que suponía demasiado tiempo.
En su momento, presentamos un caso de negocio en la empresa donde trabajábamos, pero no llegó a concretarse. Sin embargo, el mercado nos seguía demostrando que la necesidad existía, por lo que la frustración inicial de un proyecto no aprobado se convirtió en el impulso que nos llevó a seguir adelante. Decidimos avanzar por nuestra cuenta y fundamos la empresa a mediados de 2020, en plena crisis sanitaria.
Su plataforma ofrece soluciones de pagos ‘online’ adaptadas a las necesidades locales de cada país en la región. ¿Qué problema específico querían resolver en el ecosistema financiero?
América Latina funciona como un mundo distinto, donde hay mucho efectivo y donde muchas personas viven al día, por lo que la inmediatez de los pagos es un tema clave. Al conductor de un taxi no le da lo mismo que le pagues hoy en la noche o mañana al mediodía. Nuestro gran diferenciador es que trabajamos directamente con los principales bancos y puntos de pago de cada país, asegurando que los pagos sean inmediatos.
No obstante, el primer problema que identificamos fue el crecimiento del ‘e-commerce’, que generaba un volumen significativo de devoluciones. Las compras por comercio electrónico generan una cantidad de reembolsos significativa, de tal modo que nuestros clientes nos pedían soluciones para gestionarlas. Vimos la oportunidad y empezamos a trabajar en ello.
Monnet promete transacciones más eficientes. ¿Cómo han logrado optimizar costos y tiempos en las operaciones de pay-in y pay-out?
Nuestro producto es propio y directo. Esto nos permite evitar intermediarios y no depender de sus tiempos de procesamiento. Otra cuestión importante es la tecnología que utilizamos. En algunos países, los bancos tienen conexiones API en tiempo real y permiten pagos instantáneos. Sin embargo, en otros, solo tienen sistemas ‘host-to-host’, que generan retrasos de entre cinco minutos y una hora. En esos casos, hemos desarrollado un sistema semiautomático para agilizar los pagos.
Aunque el proceso no es 100% automatizado, los tiempos de pago son de 28 minutos en promedio, tiempo que no tiene comparación con los antiguos estándares de 24 a 48 horas.
Uno de los diferenciadores de Monnet es la integración en distintos mercados en América Latina. ¿Cómo han diseñado su infraestructura para facilitar esta expansión?
Empezamos en Chile, Perú y Ecuador por dos razones: teníamos conocimiento de esos mercados y eran países periféricos. Las grandes empresas suelen ir primero a Brasil y México, así que decidimos comenzar en mercados menos saturados. Además, arrancamos con capital propio y esto limitaba nuestras opciones de entrada en mercados más grandes. El segundo año nos expandimos a Argentina, un mercado grande, pero con muchas complejidades financieras y fuertes competidores. En el tercer año dimos un gran salto y abrimos en Colombia, México, Honduras y Guatemala. Y a inicios de este año desembarcamos en Brasil. Actualmente, estamos operando en nueve países.
¿Cómo han conseguido la financiación necesaria para crecer?
Empezamos con recursos propios y posteriormente recurrimos a la financiación bancaria. Al principio fue muy duro. Cuando comenzamos, muchos bancos ni siquiera nos querían abrir cuentas. Y lo entiendo: éramos dos personas de clase media que proyectaban mover mucho dinero. Eso, evidentemente, levantaba todas las alertas, sobre todo con un producto que no conocían.
El primer año nos pasó todo lo que dicen los libros de emprendimiento: vendimos los autos, vivimos de tarjetas de crédito y pasamos por la incertidumbre de si seguir o volver al mundo corporativo. Sin embargo, sobrevivimos a ese Valle de la Muerte del primer año en el que más del 90% de las empresas quiebran y 2021 fue un año literalmente de explosión. Tomamos buenas decisiones, tuvimos golpes de suerte y a los pocos meses captamos nuestro primer cliente grande.
¿Cuál es su estrategia de crecimiento y expansión en América Latina? ¿Están considerando nuevos mercados?
Este año nos enfocaremos en consolidarnos en la región, tanto a nivel de productos como de presencia en nuevos países. Aún nos faltan algunos mercados en Centroamérica y Sudamérica, como Bolivia, Paraguay y Uruguay. A partir del próximo año, buscamos expandirnos globalmente. Aún no hemos definido los países, pero contaremos con expertos para liderar esta fase de expansión y asegurar el crecimiento sostenido del negocio. A medio plazo, buscamos ser el primer unicornio peruano e iniciar nuestra expansión global.
¿Qué ventajas supone para una ‘fintech’ como Monnet contar con aliados estratégicos en el sector financiero, como BBVA Spark?
Tener esta alianza es muy importante para nosotros. Muchas veces, los bancos tradicionales prefieren decir «no» cuando no entienden un modelo de negocio, así que, que existan bancos como BBVA Spark, que estén dispuestos a sentarse y escuchar, cambia completamente el panorama. Celebramos que exista un banco que entienda mejor a las ‘fintechs’. Nosotros hemos llegado a BBVA Spark por Colombia, que es un mercado relativamente nuevo para nuestra empresa, así que todavía tenemos camino por recorrer juntos. ¡Ojalá podamos hacer muchas cosas en el futuro!
¿Qué retos afrontan los emprendedores en América Latina en el ámbito de los pagos digitales? ¿Qué apoyos considera clave para impulsar la innovación y la inclusión financiera en la región?
El principal desafío es la maduración del sector, con la introducción de regulaciones que incrementan la competencia y requieren medidas de cumplimiento más estrictas. La co-creación de regulaciones con las autoridades será clave para asegurar que sean funcionales y adaptadas al mercado. Por ejemplo, en Colombia, la Asociación Colombia Fintech ha sido un actor importante para una regulación robusta. Es fundamental la colaboración y el acercamiento entre ‘fintech’, bancos y gobiernos.
¿Qué consejo daría a un emprendedor que quiera lanzar o escalar su propio proyecto?
A cualquier emprendedor que quiera lanzar o escalar en el sector fintech le aconsejaría tres cosas clave. Primero, asegurarse de que su producto resuelve una necesidad real y que la demanda por ese servicio está en crecimiento. Pensar en una solución atada al manejo de dinero en efectivo, por ejemplo, tal vez solucione una necesidad actual, pero está claro que la tendencia es que el efectivo pierda terreno. En segundo lugar, les diría que piensen con una visión regional o global desde el inicio, pero siempre adaptando el producto o servicio a cada país. Y, finalmente, recomendaría que contraten a los mejores, sin importar donde se encuentren. La globalización nos permite conseguir al mejor profesional para cada posición en cualquier lugar del mundo.