Las alianzas entre grandes empresas y startups cada vez son más estrechas en América Latina. Un 90% de las grandes compañías entrevistadas apuestan por iniciativas de ‘Corporate Venture Capital’ en la región, según se desprende de un reciente informe elaborado por Opinno Research Institute (ORI) y ‘MIT Technology Review en español’ en el que ha participado BBVA Spark. ‘Fintech’, sostenibilidad y salud son las áreas de actividad que más interés despiertan a las corporaciones, que generalmente invierten en startups en fase ‘early stage’ y tienen la vista puesta en la inteligencia artificial.
El ecosistema emprendedor de América Latina ha madurado en los últimos años. Una muestra de ello es el aumento en el número de startups de éxito: en marzo de 2018, tan solo dos unicornios (compañías tecnológicas valoradas en más de 1.000 millones de dólares) trotaban por la región, una cifra que ha crecido hasta superar la treintena actualmente, de acuerdo con los datos de CB Insights.
Las grandes compañías también apuestan, cada vez, más por la innovación como muestra el informe ‘Corporate Venture Capital y su impacto en Latam‘, elaborado por Opinno Research Institute (ORI) y ‘MIT Technology Review en español‘: un 90% de las 32 grandes empresas que han participado en el estudio, BBVA Spark entre ellas, apuesta por desarrollar estrategias de ‘Corporate Venture Capital’ en la región (CVC por sus siglas en inglés). Esta forma de financiación permite dar entrada en el capital de las startups a grandes corporaciones para financiar el desarrollo de la actividad de la empresa emergente.
«Para un CVC la inversión en una startup puede ser una inversión rentable, y, además, sirve para fomentar la cultura de la innovación dentro de la empresa. Para una startup, es un sello de garantía que te haya invertido una empresa de renombre: aporta mucho volumen [de trabajo] y permite probar el modelo con mucho estrés», afirmó Joe Naffah, el responsable de BBVA Spark México, durante la presentación del informe, celebrada hace unos días en la Torre BBVA de Ciudad de México.
Debido a esas ventajas, el ‘Corporate Venture Capital’ juega un papel cada vez más fundamental en la región. «Las iniciativas de innovación abierta cada vez han tomado más relevancia en las estrategias de las corporaciones. En este sentido, el CVC está más presente en las organizaciones y hay muchos referentes en América Latina», afirmó, por su parte, Beatriz Ferreira, directora de Opinno LatAm, durante la presentación de este estudio.
El informe recoge las respuestas de compañías en seis países de América Latina (Argentina, Chile, Colombia, Guatemala, México y Perú). Brasil no se tuvo en cuenta en el análisis al contar con un ecosistema emprendedor más maduro que el resto de los países de la región. Además de la inversión financiera en startups, el CVC ofrece ventajas únicas para las empresas, como el acceso a nuevos mercados, la oportunidad de innovar a largo plazo y el impulso en la conexión entre la innovación y la tecnología de las organizaciones latinoamericanas.
En su radiografía del ‘Corporate Venture Capital’ en América Latina, el estudio arroja cuatro claves principales.
El 40% de las compañías considera que el sector más atractivo para realizar iniciativas de CVC es el ‘fintech’. Tras esta industria, la sostenibilidad y las tecnologías emergentes captan el interés de un 28% de las grandes compañías. Mientras tanto, la salud, con un crecimiento exponencial tras la pandemia del COVID-19, resulta atractiva para un 25% de los entrevistados.
Respecto a la etapa de inversión, las conclusiones del documento muestran que la mayoría de CVC se decantan por colaborar con startups en su etapa ‘early stage’, cuando está todavía en las fases más tempranas de desarrollo. Ahora bien, prefieren apostar por proyectos que ya cuentan con un modelo de negocio validado o que incluso han demostrado tracción en su mercado, en lugar de por aquellos que acaban de nacer. En concreto, un 47% de las grandes compañías invierte en la fase ‘preseed’ (presemilla), un 80% en la ‘seed’ (semilla) y un 83% en rondas de serie A.
La innovación es la tónica general, aunque hay algunas tecnologías que captan mayor interés del capital riesgo corporativo en América Latina.
Otras tecnologías que interesan a las grandes compañías en América Latina son las relacionadas con los pagos, la detección temprana de enfermedades o el análisis de datos avanzado.
Para lograr el éxito en este tipo de programas, es clave que el equipo esté diseñado y estructurado para una identificación ágil y eficiente de oportunidades. En concreto, según se extrae del informe, un 54% de las compañías entrevistadas cuentan con un comité de inversión interno (es decir, de la propia compañía), un 36% híbrido (es decir, con expertos tanto internos como externos) y tan solo en un 10% de las compañías el comité de inversor es externo.
Joe Naffah, Country Manager en México de BBVA Spark, durante la presentación del informe.
A la hora de materializar sus inversiones dentro de sus iniciativas de CVC, las grandes compañías en América Latina utilizan diversas vías como demuestra BBVA. Por un lado, invierte en startups a través de su fondo de capital riesgo Propel. El año pasado, la firma lideró una ronda de financiación de serie A en la ‘fintech’ Truora. Las soluciones de esta compañía, de origen colombiano y con presencia en los principales países de la región, facilitan la conexión de usuarios a plataformas de compra ‘online’ y servicios ‘fintech’ a través de distintos canales digitales.
Además, en 2022 BBVA creó BBVA Spark para acompañar a los emprendedores en su camino al crecimiento a través de una oferta de servicios integral y adaptada a sus necesidades, con soluciones de financiación especializadas como el ‘venture debt‘ y los ‘growth loans‘ o con herramientas de optimización de ‘working capital’ para la operativa diaria.
«BBVA Spark es como una startup que nació dentro de BBVA para impulsar y dar servicios bancarios a empresas de tecnología e innovación. Hoy operamos en México, Colombia y España», apuntó Joe Naffah, el responsable de BBVA Spark México.
Pese a que el ‘Corporate Venture Capital’ ha crecido en líneas generales en los últimos años, en 2022 se observó una desaceleración, al igual que también se ha observado en la inversión de capital riesgo. A escala global, el capital riesgo corporativo experimentó una caída del 43% en 2022 respecto a los datos de inversión de 2021. En el caso de América Latina, el descenso fue del 72%, con una inversión total de 1.200 millones de dólares (unos 1.100 millones de euros). Además, aún queda margen para el crecimiento de esta estrategia en la región: en 2022, la inversión representó un 3% de la cuota global, frente al 31% que supuso la de Estados Unidos, que se sitúa como líder a nivel mundial, según los datos del ‘State of CVC 2022 Report‘ de CB Insights.
A pesar de las inestabilidades económicas y políticas y el descenso de la inversión, Naffah afirmó que es «un gran momento» para el ‘Corporate Venture Capital’. «Las grandes empresas muchas veces se crean en periodos de turbulencias y cambios», aseguró durante la presentación del informe.
Por ese motivo, apeló a los emprendedores durante el encuentro para animarlos a continuar enfrentándose a los retos que se les presenten. «Hoy tus competidores están más dormidos […]hay mucho más mercado potencial», aseguró Naffah. A su juicio, las startups que consigan mantenerse en este periodo «estarán mejor posicionadas cuando el mercado vuelva a su etapa de crecimiento».
De acuerdo con las conclusiones del informe, el capital riesgo corporativo continuará evolucionando en la región en los próximos años, con un mayor protagonismo de las colaboraciones entre grandes empresas y startups y una apuesta reforzada por invertir en sectores guiados por el interés social.
De esta forma, se producirá un aumento de las iniciativas de CVC en soluciones de salud, servicios financieros innovadores y productos sostenibles y orientados a la mitigación del cambio climático. En cuanto a las tecnologías que marcarán los próximos años, Web 3, criptomonedas, genómica e inteligencia artificial serán previsiblemente los grandes vectores de acuerdo con este estudio.
La sociedad latinoamericana tiene ya el terreno abonado para que crezcan las semillas de la innovación. Y las grandes compañías jugarán un papel cada vez más fundamental para que las startups florezcan y todo el ecosistema madure en la región. La colaboración hace la fuerza.