La inteligencia artificial en 2021: innovación y desafíos para empresas

La COVID-19 ha cambiado el mundo tal y como lo conocemos y ha afectado a todos los sectores. Uno de ellos es el de la inteligencia artificial (IA), que ha visto cómo ha aumentado su relevancia y acelerado su crecimiento durante estos últimos meses. “La pandemia ha obligado a las empresas a dar un salto de digitalización que algunos informes estimaban en tres años, para 2023″, explica el miembro del equipo de Estrategia de Datos de BBVA, Juan Murillo.

En septiembre de 2019, la consultora IDC había pronosticado que el gasto mundial en sistemas de inteligencia artificial para 2023 se acercaría a los 98.000 millones de dólares (más de 81.900 millones de euros), 2,5 veces más de lo previsto para hace dos años, antes de que el mundo cambiara.

Una encuesta publicada por la consultora McKinsey en noviembre de 2020 concluyó que las empresas estaban usando la IA “como una herramienta para generar valor” durante la pandemia. De hecho, la mitad de los casi 2400 encuestados de todos los sectores y regiones explicaron que la usaban para “al menos una función” de sus operaciones.

Sin embargo, aún quedan algunos retos, como alcanzar una IA general que no solo resuelva problemas específicos, como sucede ahora. Por ello, se vaticina la llegada de superinteligencias artificiales, mentes fabricadas similares a la humana. De la mano de Murillo y los otros expertos que participaron en el ‘BBVA Open Talks Global: Algoritmos para una nueva era’, presentamos el estado de la cuestión de la IA en la actualidad y cómo puede generar innovación en empresas de todo tamaño.

IA que ayuda a gestionar una pandemia

Volviendo al coronavirus, el investigador del Grupo de Inteligencia Artificial de la Pontificia Universidad Católica del Perú Edwin Villanueva explica que “los retos actuales de la IA son en su aplicación: ¿cómo hacemos que la IA nos sirva para ayudar en esta pandemia a optimizar la aplicación de las vacunas y la logística, y a hacer mejores diagnósticos?”.

La responsable de proyectos educativos y de divulgación en la Alianza en Inteligencia Artificial del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México, Sofía Trejo, señala que desde 2020 se ha incrementado la inversión privada global en los sectores farmacéutico y sanitario: “Este tipo de IA se está usando para tratamientos contra el cáncer, nuevos medicamentos o síntesis molecular. Recientemente, se usaron modelos de IA para determinar la estructura de proteínas en 3D, algo que antes se hacía con experimentos caros”.

Según la encuesta de McKinsey citada anteriormente, los representantes de empresas de servicios sanitarios y de productos farmacéuticos y médicos, junto a los de los sectores automotor y de ensamblaje, eran los que más afirmaban haber aumentado la inversión en IA.

Murillo también ve en la IA un desafío generado por la propia pandemia a la hora de entrenar los modelos cuando los datos han cambiado en unos meses tan disruptivos: “Hay que depurar este tipo de análisis porque, si se entrenan con los datos de un año muy anómalo como ha sido 2020, pueden dar conclusiones erróneas. Los análisis de predicción necesitan depurar las anomalías y saber cómo puede evolucionar el contexto económico en el futuro próximo”.

Datos y digitalización de los clientes

Los confinamientos impidieron a muchas personas acercarse a las sucursales bancarias para hacer gestiones, pero descubrieron que podían hacerlas de forma digital. Esto sirvió a los bancos para obtener grandes cantidades de datos con las que mejorar su negocio.

“Estamos metidos en un círculo virtuoso“, explica Murillo, de BBVA, sobre una de las tendencias empresariales y bancarias que veremos este 2021, y añade: “Una vez que los clientes han visto que para la mayoría de sus operaciones pueden operar perfectamente por canales digitales, se consolida su digitalización, con lo que está aumentando el volumen de datos generados”. De esta manera, mejoran también las propias IA, que se alimentan de esos datos. “Al estar cada vez más digitalizados como ciudadanos y clientes, tenemos más materia prima para entrenar nuevos modelos, lo que se puede traducir en una mayor exactitud de estos”, indica Murillo.

Los confinamientos impidieron a muchas personas acercarse a las sucursales bancarias para hacer gestiones, pero descubrieron que podían hacerlas de forma digital

Entre las actividades bancarias que se benefician de la IA, Murillo cita asesoramiento de salud financiera según pronósticos previos, análisis de riesgos para mejorar la gestión de la cartera de inversión e incluso ayuda contra el blanqueo de capitales.

Las bolsas de valores también pueden aprovecharse de los avances de la IA. Villanueva, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, explica que “los algoritmos de negocio erraban [por el contexto económico imprevisto con la COVID-19], pero aquellos que tienen capacidad de aprender de forma rápida están generando mejores ingresos”.

IA para innovar en la empresa

Después de que la pandemia haya obligado a mejorar las formas de contactar a distancia, Trejo, de la Alianza en Inteligencia Artificial del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México, cree que veremos novedades en la IA de atención al cliente. Muestra de ello son los ‘chatbots’ para resolver dudas y que liberan espacio a los humanos para que se centren en tareas menos triviales.

La IA también permite a las compañías innovar en otros procesos internos. De acuerdo con Villanueva, “las empresas (por ejemplo, las industrias manufactureras) tienen muchos problemas, sobre todo en optimización de recursos. La IA puede ayudarles a operar, organizar el flujo de trabajo, perfeccionar el uso de las máquinas y la logística”.

Según Murillo, no solo las grandes corporaciones, a las que se les suponen ingentes cantidades de datos para gestionar, pueden entrenar sus algoritmos. Para las pequeñas y medianas empresas existen los European Digital Innovation Hubs, surgidos de las estrategias europeas en materia de digitalización, datos e inteligencia artificial y que “impulsan la adopción de la inteligencia artificial en las PYMES”.

Innovación sin perder de vista la ética

Todas estas innovaciones empresariales no podrán desarrollarse sin tener en cuenta la ética. Mientras aumentan las críticas por los sesgos de algoritmos en la policía, la justicia o el acceso a servicios sociales, se multiplican las peticiones de auditorías de IA justas e independientes. Trejo resalta iniciativas internacionales como recomendaciones de la Unesco y The Global Partnership on Artificial Intelligence (GPAI), un grupo en el que ya se encuentran España, México, la UE, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, entre otros países. El GPAI busca alianzas internacionales para garantizar un desarrollo responsable de la IA.

Vivimos una “revolución industrial” que quizá nos lleve a los humanos “hacia actividades que no puedan automatizar las máquinas, como las decisiones políticas, el arte y la creatividad”

La mexicana lanza un deseo para este 2021: “Me gustaría que este año, a partir de estas recomendaciones, los gobiernos empiecen a regular esta tecnología. Espero que se empiecen a hacer formas de auditoría externa e independiente”.

Villanueva asegura que vivimos una “revolución industrial” que quizá nos lleve a los humanos “hacia actividades que no puedan automatizar las máquinas, como las decisiones políticas, el arte y la creatividad” y que a medio plazo veremos “una IA más fortalecida y sofisticada”. Así, es posible que la tecnología siga avanzando hasta lograr la anhelada IA general que ahora parece inalcanzable.