La movilidad eléctrica pisa el acelerador: carreras y baches de un sector clave para el futuro del planeta
El emprendimiento y la tecnología impulsan la transición hacia una movilidad más sostenible, un esfuerzo al que las soluciones electrificadas tienen mucho que aportar. De la mano de otras grandes tendencias como la micromovilidad y el pago por uso, numerosas apuestas innovadoras ya están enchufadas a la corriente de la movilidad eléctrica. Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra el 5 de junio, descubrimos el transporte del futuro.
El sector transporte, advierte la Agencia Internacional de la Energía (AIE), no está «en el buen camino» para cumplir con el objetivo de lograr emisiones netas cero para el 2050. En 2021, supuso el 37% de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía, ya que sigue dependiendo predominantemente de los combustibles fósiles: hasta el 91% procede de la combustión de productos derivados del petróleo.
La movilidad debe por tanto experimentar un cambio radical para garantizar la preservación del planeta, una preocupación que cobra especial importancia en el Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio. La Unión Europea ha dado recientemente un paso decisivo para cambiar esas cifras, prohibiendo la compra de coches y furgonetas de combustión nuevos en los Estados miembros a partir de 2035. La Administración Biden, por su parte, se ha marcado como meta que los vehículos eléctricos (VE) representen al menos el 50% de las ventas de coches nuevos en Estados Unidos para el 2030.
En un escenario donde el sector tiene que reconvertirse rápidamente para cumplir con la legislación y alinearse con los ODS, las startups que apuestan por soluciones de movilidad alternativas están posicionadas para jugar un rol fundamental. La electrificación es una de las tendencias actuales con visos de llevar la movilidad sostenible a la práctica y al mercado: a nivel global, el sector está valorado actualmente en 130.020 millones de dólares y podría alcanzar ingresos de 325.640 millones para el 2030. En 2022, la venta global de coches eléctricos superó los 10 millones, el 14% del total de los coches nuevos vendidos, frente al 9% en 2021.
A dos y cuatro ruedas: la carrera de los vehículos eléctricos
Aunque la producción de aviones eléctricos aún está en una fase incipiente, vehículos terrestres como coches, motos o bicicletas impulsados por electricidad ya están listos para ocupar las carreteras, especialmente en las ciudades. La movilidad urbana es uno de los principales focos del problema de la contaminación: más del 70% del CO2 que se emite a la atmósfera procede de entornos urbanos y en la UE la movilidad urbana representa hasta el 40% de todas las emisiones del transporte por carretera.
Las soluciones eléctricas de dos ruedas ofrecen una solución ágil para atajar este problema. Startups como Kleta o Wifly permiten alquilar bicicletas eléctricas bajo un modelo de suscripción; mientras que otras como Yego apuestan por el alquiler por minutos de motocicletas eléctricas. Cooltra, creada en 2006, ofrece alquiler por minutos, días y meses de motos y bicicletas y cuenta actualmente con una flota de casi 20.000 vehículos, de los cuales el 85% son eléctricos. «Cuando fundé Cooltra, no existía el vehículo eléctrico o la tecnología para la movilidad compartida. Ahora estamos al inicio de la curva de madurez», explica el cofundador y CEO de la empresa, Timo Buetefisch. «Pero el fin último no ha cambiado: ciudades más limpias, menos coches, más vehículo compartido y más espacio para peatones».
Los patinetes eléctricos, que suponen un mercado estimado de 37.070 millones de dólares a nivel global en 2023, están representados por startups como las americanas Lime y Bird, la sueca VOI o la española Rhyde. Otras empresas como la estonia Bolt o Cabify, el primer unicornio español (empresa que ha alcanzado una financiación de 1.000 millones de dólares o más en rondas de financiación), apuestan por soluciones de multimovilidad que integran servicios como los VTC. «Ofrecemos diferentes opciones de transporte urbano para que todas aquellas personas y empresas comprometidas con el medioambiente tengan a su disposición un transporte acorde a sus necesidades», señala David Pérez, vicepresidente sénior de Stakeholder Relations de Cabify. «Además, en 2022 lanzamos la categoría ‘Cabify Eco’ para empresas, que ofrece la posibilidad de viajar únicamente con vehículos electrificados».
La fabricación de vehículos eléctricos también toma fuerza de la mano del emprendimiento. En España el sector está representado por startups como Liux, que ultima el lanzamiento del primer coche eléctrico español; Velca, dedicada a la producción de motos, o Lampsy, centrada en los patinetes eléctricos. El ecosistema lo completan startups como Wallbox, apoyada por BBVA Spark y enfocada a la fabricación de baterías eléctricas; o Evsy, la primera red social de conductores que ofrece un mapa de puntos de recarga.
La red de carreteras de la movilidad del futuro, un entramado conectado
Las soluciones eléctricas, además, se dan la mano de tendencias en movilidad como el ‘car sharing‘ (movilidad compartida) y el ‘ride hailing’ (movilidad bajo demanda) y nuevos modelos de consumo como el pago por uso frente a la propiedad y la compraventa de segunda mano.
Las sinergias entre actores del ecosistema de la movilidad es por tanto clave para el crecimiento del sector. Cooltra, por ejemplo, colabora con varias empresas de ‘delivery’ como JustEat y Glovo, así como con plataformas de ‘ride hailing’ como FREENOW y Cabify. En el caso de esta última, los acuerdos con startups como Cooltra o Wible forman parte de los esfuerzos de la compañía por descarbonizar su flota. «El objetivo es que el 100% de los viajes en la plataforma sea en flotas descarbonizadas o eléctricas para 2025 en España», afirma David Pérez, de Cabify. Para lograrlo, la empresa también ha recibido el apoyo del Banco Europeo de Inversiones. «Contamos con acuerdos estratégicos que nos permiten tanto acelerar nuestra propia electrificación como ayudar a las empresas y autónomos que colaboran con nosotros, como el de Mobilize Driver Solutions, Tesla o Feníe Energía«.
También destacan sinergias entre fabricantes y ‘marketplaces’ digitales como Mundimoto, dedicada a la venta de motocicletas de segunda mano por internet, que en noviembre de 2022 anunció su intención de ofrecer motos eléctricas nuevas en su plataforma. «Estamos haciendo una apuesta firme por contribuir a la redefinición del futuro de la movilidad urbana», explica Josep Talavera, CEO y cofundador de Mundimoto. «Creemos que es una realidad y una tendencia que terminará por imponerse en poco tiempo, por lo que hemos apostado por incorporar más de 20 modelos de motos eléctricas y damos facilidades para que nuestros clientes cambien su antigua moto de combustión por una eléctrica».
Perspectivas y apoyos para cruzar la línea de meta
En España, donde el Gobierno ha ampliado recientemente las ayudas para la adquisición de VE contempladas en el programa Moves III y ya hay 21.500 puntos de recarga de acceso público, se calcula que circulan actualmente unos 180.000 vehículos eléctricos, y se aspira a que en 2030 sumen cinco millones. Y aunque Latinoamérica anda más rezagada, el crecimiento de la venta de vehículos eléctricos e híbridos en la región es acusado: aumentó en un 21,7% entre 2021 y 2022. «Es importante que desde las administraciones públicas ayuden a renovar el parque de vehículos», subraya Josep Talavera, de Mundimoto, «poniendo puntos de recarga en las calles, facilitando subvenciones para la renovación o agilizando los trámites para la obtención de ayudas».
«Las regulaciones que están por venir, como el establecimiento de Zonas de Bajas Emisiones en los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, impulsarán una transformación de la movilidad urbana que va a afectar a todos», reflexiona David Pérez, de Cabify. «Que las empresas acepten el reto e impulsen el cambio supone acelerar el camino hasta la meta y contar con el apoyo necesario para conseguir nuestros objetivos».
La inversión en movilidad eléctrica, pese a haber descendido con respecto a 2021 en consonancia con la desaceleración generalizada del ‘venture capital’, se mantiene fuerte: en 2022, las inversiones de capital riesgo en startups dedicadas a la producción de vehículos y baterías eléctricas alcanzaron los 1.200 millones de dólares. En Europa, la financiación de capital riesgo para la movilidad eléctrica supuso el 61% de inversión total en movilidad en 2022. Aliados como BBVA Spark también ayudan a inyectar capital en el sector: «Como ‘scaleups’, somos un animal un poco especial. Iniciativas como BBVA Spark nos ayudan a encontrar un interlocutor adecuado para nuestra estrategia de financiación», apunta Buetefisch, de Cooltra.
En un momento de cambios disruptivos a nivel legislativo, con un fuerte respaldo de la inversión y una gran variedad de actores maduros en un ecosistema interconectado, la movilidad eléctrica ha pasado de calentar motores a salir disparada hacia la línea de meta: el transporte (verde) del futuro.
