Establecer operaciones eficientes y construir cadenas de suministro resilientes son algunas de las ventajas del ‘nearshoring’, que permite externalizar la producción a países geográficamente cercanos. Patricio Castillo, responsable de ‘nearshoring’ en BBVA, ha compartido en la última Innovation Masterclass de BBVA Spark los beneficios de este modelo y el atractivo que supone para las compañías del país azteca.
La práctica del ‘nearshoring‘, que consiste en la transferencia de procesos empresariales desde un país lejano a un país más cercano al de destino, es una tendencia al alza: casi las dos terceras partes (el 64%) de los encuestados en la última ‘Supply Chain Pulse Survey’ anual de McKinsey afirmaron estar en proceso de regionalizar sus cadenas de suministro, frente al 44% de 2022. Factores como el elevado coste del combustible, la inflación o el impacto de los conflictos geopolíticos en las principales rutas de transporte comercial están detrás de este cambio de paradigma.
Las claves, oportunidades y retos de esta práctica han sido el foco de la última Innovation Masterclass de BBVA Spark. La charla ha sido moderada por la directora de Open Innovation de BBVA Spark México, Teresa Martín Hernández; y ha estado a cargo de Patricio Castillo, responsable de ‘nearshoring’ en BBVA, que ha compartido cómo este nuevo modelo productivo puede ofrecer un impulso diferencial a la economía mexicana.
Las disrupciones en la cadena de suministro durante la pandemia de la COVID-19 evidenciaron los riesgos de la distribución de larga distancia. El Global Supply Chain Pressure Index (Índice de presión sobre la cadena mundial de suministro o GSCPI), elaborado por el Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos, registró un pico sin precedentes como consecuencia de la pandemia, tal y como señaló Castillo durante el evento. Este índice, que integra costos de transporte e indicadores de manufactura, llegó a experimentar hasta más de cuatro desviaciones estándar por encima de su valor medio entre 2020 y 2022.
«Hay estrés en las cadenas de suministro, hay estrés en la mano de obra y en el mercado laboral; hay una guerra comercial entre China y Estados Unidos para ver quién es la potencia económica principal con guerras arancelarias, restricciones… Y más recientemente las guerras en Ucrania y en Oriente Medio», resumió el responsable de ‘nearshoring’ en BBVA. «Todo esto hace que las cadenas de suministros se estresen, es decir, que suban los precios».
Con esta práctica, explica Castillo, ambas partes esperan beneficiarse de una o varias de las diferentes dimensiones de proximidad:
Países como Estados Unidos han comenzado a transformar su cadena de suministro a raíz de las recientes disrupciones. Las menciones al ‘reshoring’ (relocalización) en las presentaciones de resultados de las compañías del S&P 500 aumentaron un 128% durante el primer trimestre de 2023, en comparación con el mismo período de 2022. Y México, indicó Castillo, se está posicionando como el nuevo socio comercial de referencia de EE. UU.
El país azteca superó a China en 2023 como el principal exportador a EE. UU. por primera vez desde 2013, y en 2024 continúa esta tendencia, según los últimos datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte o, más recientemente, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (conocido como T-MEC o USMCA, por sus siglas en inglés) incentivan a los productores estadounidenses a relocalizar sus cadenas de suministro en México. «México está superconectado, es de los países que más acuerdos y más tratados tienen a nivel global», recuerda Castillo.
Numerosos indicadores apuntan a este atractivo del país: «La inversión extranjera directa [IED] se ha mantenido relativamente estable [con un CAGR del 1% entre 2017 y 2023, según datos de la Secretaría de Economía y el INEGI], pero las exportaciones han experimentado un CAGR del 5,4% [en ese mismo período]. Muchas de las de las compañías están teniendo reinversiones, lo que manda una señal muy buena», detalló el experto en la Innovation Masterclass. Estados Unidos se ha mantenido como el principal inversionista de México: ha sido el origen de más del 50% de los flujos de inversión en el país durante el primer trimestre de 2024. Además, entre 2023 y 2024 se está registrando un aumento considerable del IED, con más de 143 anuncios públicos solo durante el primer semestre de este año de inversiones por valor de 45.464 millones de dólares.
La especialización de México en sectores como el automotriz y la electrónica, una fuerza de trabajo joven y bien formada, la ventaja competitiva de la manufactura mexicana o el desarrollo de la infraestructura productiva y de logística y los parques industriales contribuyen al atractivo del país como destino del ‘nearshoring’, explicó Castillo. Entidades como BBVA quieren acompañar y fomentar ese atractivo, añadió, para «apoyar a estas empresas extranjeras en México y darles los servicios financieros que necesitan» y además «ayudar a las empresas mexicanas a formar parte de las cadenas de suministro internacionales». De esta forma, será posible «no solo promover la llegada de estas empresas, sino también fomentar la economía mexicana».
El crecimiento de esta tendencia aún enfrenta barreras como la inseguridad, retos a nivel de infraestructura tecnológica y energética o la incertidumbre jurídica frente a posibles cambios políticos, matizó el responsable de ‘nearshoring’ en BBVA, pero la involucración y la defensa del valor de México como socio comercial son claves: «Hay que enseñar el colorido y la garra que tienen los empresarios mexicanos de seguir aquí y de tener éxito especialmente en esa incertidumbre».