El mes de septiembre marca el regreso a las aulas para los estudiantes. En los últimos años, las herramientas digitales para afrontar la vuelta se han multiplicado. Desde algoritmos para estudiar de forma más eficiente hasta ‘apps’ de aprendizaje colectivo, la revolución ‘edtech‘ apuesta por no estudiar más, sino mejor.
Desde que la pandemia de la COVID-19 provocara el cierre de escuelas por todo el mundo, la importancia de acelerar la digitalización de las aulas se ha establecido en el centro del debate educativo. Según un estudio del programa EDU2030 de Epson, el 64% de los profesores consideraba la digitalización como el mayor reto al que se enfrentan. En otro informe, realizado por la consultora Ipsos para Telefónica, el 88% del profesorado encuestado afirmaba que la aplicación de la tecnología en la enseñanza posibilita el acceso a un mayor número de recursos educativos.
La innovación tiene el potencial para avanzar a pasos agigantados en la consecución del ODS 4 de la Agenda 2030, educación de calidad, transformando las herramientas, las metodologías y los canales de acceso al aprendizaje. Diversas startups ‘edtech’ están revolucionando la manera en que los estudiantes de todos los niveles educativos afrontan cada nuevo curso para hacer de la vuelta al cole un proceso más sencillo, automatizado y nutrido de la inteligencia colectiva.
La imagen que tenemos en nuestra cabeza de la vuelta al cole quizá no se ajuste a la realidad del panorama educativo actual. Para empezar, los escolares ya no se enfrentan al nuevo curso armados solo con bolígrafos y libretas, sino que cada vez más de ellos cuentan con el soporte de tecnologías digitales dentro y fuera del aula. Según datos del ‘Monitor de la Educación y la Formación‘ de la Comisión Europea, ya en 2020 el 100% de las escuelas en España contaba con conexión a Internet, el 60% de las aulas disponía de sistemas digitales interactivos, y el 45% de los centros educativos contaba con entornos virtuales de aprendizaje. La irrupción de tecnologías como la inteligencia artificial generativa, con ChatGPT a la cabeza, también dota a los estudiantes de nuevas (aunque controvertidas por las dudas en torno a la autoría) herramientas.
Además, muchos de los estudiantes que «vuelven al cole» son adultos: los datos más recientes del INE señalan que en el año 2021 en España un 12,7% de hombres y un 16% de mujeres de entre 25 y 64 años había recibido algún tipo de formación. Y también cabría ampliar nuestra concepción de estudiante para abarcar a los opositores, que suman casi 7 millones en 2023.
La innovación ‘edtech’ ya se ha preocupado de atender las necesidades específicas del colectivo de opositores: es el caso de la startup GoKoan, que ofrece un método de aprendizaje propio que permite al alumno optimizar su tiempo de estudio gracias a una planificación inteligente. «GoKoan no es una academia ‘online’ de oposiciones», explica su CEO y fundadora, Clara Torrijos. «Es una empresa tecnológica de ‘e-learning’ que pone la inteligencia artificial y la ciencia al servicio del aprendizaje y la enseñanza».
La innovación es un poderoso aliado para potenciar una educación no solo de mejor calidad, sino también más igualitaria. «La educación en línea y los recursos digitales están democratizando el acceso a la educación. Los estudiantes pueden acceder a cursos y materiales desde cualquier lugar, lo que brinda flexibilidad», explica Torrijos. Su propio proyecto emprendedor se basa en esta aspiración: cuando se decidió a opositar, recuerda, ninguna de las ofertas de formación en el mercado se adaptaba a sus necesidades económicas, a su disponibilidad (con dos hijos pequeños) o a sus necesidades a largo plazo.
El emprendimiento ‘edtech’ también se vuelca en resolver carencias o problemáticas educativas de la población, como las competencias matemáticas. En este ámbito surgen soluciones como la de Smartick, un método ‘online’ para fomentar la comprensión lectora y matemática de niños y adolescentes desde casa; o Innovamat, que ha desarrollado una propuesta curricular de matemáticas para estudiantes adoptada ya por más de 2.100 escuelas. «Lo que hacemos es construir conocimiento a partir de material manipulativo, la experimentación y la discusión en clase», explica Ramón Álvarez, responsable de estrategia de Innovamat. Una apuesta que puede tener repercusiones de gran calado, al fomentar el acceso al ámbito STEM: «Hay un problema en la sociedad, no solo en la educación escolar, que es la ansiedad matemática: muchas personas han decidido su futuro profesional y académico intentando evitarlas», reflexiona. «Si logramos reducir ese miedo de los y las estudiantes, tendrán menos barreras a la hora de escoger carreras científicas».
La innovación ‘edtech’ abre las puertas al uso generalizado de contenidos digitales, pero también a herramientas para facilitar su adopción. Es el caso de iLovePDF, una web que permite manipular archivos PDF y otros formatos, y que cuenta con unos 2,5 millones de estudiantes registrados. La plataforma ofrece un año de acceso gratuito a quienes se registren con el correo electrónico de una entidad educativa, como explica Juan Eduardo Eguiguren, su ‘Chief Business Officer’. «Ya tenemos más de 90 millones de usuarios cada mes y procesamos 30.000 archivos al minuto», recalca, un crecimiento enteramente orgánico que se debe a una sencilla receta para el éxito: detectar y dar respuesta a una necesidad. «Con la innovación estamos permitiendo acceder a cualquier persona, desde estudiantes hasta gobiernos y centros educativos, a una herramienta que facilita trabajar en el día a día con un estándar como el PDF».
El sector educativo ya no puede desligarse de la innovación y la digitalización, que marcarán el rumbo de la enseñanza de la mano del emprendimiento ‘edtech’. Un rumbo en que los expertos identifican varias tendencias clave:
Revisemos de nuevo esa imagen mental de la vuelta al cole: estudiantes de todas las edades y todos los niveles, dentro y fuera de las aulas, equipados no solo con nuevas tecnologías sino también, y quizá más importante, con metodologías innovadoras de aprendizaje más eficientes, equitativas y preparadas para el mundo 3.0.